El 76% de la población considera el consumo de tabaco como el principal riesgo para padecer cáncer, seguido por la exposición al sol, señalado por el 29% de los encuestados. Este porcentaje se incrementa ligeramente en el caso de las mujeres (31%).

Los factores relacionados con otros hábitos de vida como la alimentación, el consumo de alcohol, el sedentarismo o el estrés no son tan conocidos. ?Es preciso que nos concienciemos de que llevar una alimentación sana y equilibrada y evitar el consumo de tabaco y alcohol y hacer ejercicio regularmente nos ayuda a prevenir muchas enfermedades, entre ellas, el cáncer?, señaló el Prof. Carrato, Presidente de la SEOM.

Las mujeres conocen más síntomas (un 80% señala ?bulto o nódulo frente a un 53% de los hombres) y los vigilan más y acuden más rápidamente al médico, aunque este último dato está muy relacionado con los programas de prevención de tumores ginecológicos.

"La eficacia de las campañas de cribado está más que demostrada en el caso de los tumores ginecológicos como mama, cérvix u ovario. La puesta en marcha de programas eficaces de detección para otro tipo de tumores debería ser una prioridad para las autoridades sanitarias" según ha declarado el presidente de la SEOM.

Entre las recomendaciones que el "Informe Barreras de Acceso al Paciente de los Fármacos Oncológicos", avalado por la Federación Española de Sociedades Oncológicas (FESEO), propone para evitar esta falta de equidad destacan la creación de una estructura o comité de ámbito estatal operativo, compuesto por un equipo multidisciplinar científico-administrativo y vinculante a todas las CC.AA., así como establecer presupuestos destinados al gasto farmacéutico adaptados a la realidad y flexibles. "Además", añade el presidente de la SEOM, "se debe trabajar para que el cáncer continúe considerándose un área de interés prioritaria para el fomento de la investigación en los distintos planes de investigación y se desarrollen ensayos clínicos de calidad". Según el informe, el 70% de la población considera que el médico es el principal responsable en la prevención del cáncer, el 67% otorga este papel a las autoridades sanitarias mientras que un 63% considera que el propio individuo debe responsabilizarse.