Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Marzo 2008  
   
 
  Noticia breve: Las gestantes inmigrantes no controlan adecuadamente su embarazo
   
portada RESYM
  Las mujeres inmigrantes no controlan adecuadamente su gestación, acuden más tardíamente al médico y a los servicios hospitalarios que las gestantes españolas, sin embargo, los resultados neonatales han sido satisfactorios, según la principal conclusión de un estudio elaborado por Yasmina Cabrera, del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, centro cuya tasa de partos de madres extranjeras asciende al 30 por ciento.

Las principales razones que explicarían este comportamiento, según su autora, son las denominadas barreras paramédicas, entre las que destacan los obstáculos lingüísticos, culturales y del sistema sanitario (horarios de atención, solicitud de citas ).

Según la responsable del estudio, "el control deficiente del embarazo no supuso una sobreutilización de los servicios de urgencias", ni hubo repercusión en los resultados neonatales. Ello puede deberse, según Cabrera, a que las gestantes que emigran gozan de buena salud y configuran un grupo de bajo riesgo. El perfil de las pacientes fue el de madres más jóvenes, con menor consumo de tabaco y menor índice de masa corporal, entre otros.

Se observó también que las mujeres inmigrantes presentaron anemia con más frecuencia y con mayor gravedad, y sólo un 5% consumieron ácido fólico preconcepcionalmente, por lo que las campañas de prevención deben dirigirse más a estos colectivos. Solicitaron en menor medida analgesia, no mostraron diferencias en la vía del parto y se beneficiaron en mayor porcentaje de la lactancia materna en comparación con gestantes nacionales.

La adaptación, un riesgo añadido

En varias ocasiones han señalado los expertos que la población femenina inmigrante se considera una población sana, y en el caso de las embarazadas se aprecia un riesgo añadido por su situación de vulnerabilidad al coincidir en ocasiones con el periodo de adaptación a un país extranjero, las condiciones socio-económicas precarias, el idioma, la religión, cultura y otras circunstancias personales. Algunos ya han propuesto mejorar la atención materno-infantil de las poblaciones inmigrantes desde la formación de los profesionales sanitarios en interculturalidad, y la ayuda de mediadores que no sean meros intérpretes lingüísticos. Igualmente se ha propuesto integrar a agentes de salud de distintos colectivos para la promoción de la salud a través de programas específicos.

   
 

 

   
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