Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Julio 2009  
   
 
  Noticia breve: Los pacientes cardiacos que practican ejercicio disminuyen su mortalidad hasta un 46%
   
portada RESYM
  En la XXV Semana del Corazón, los especialistas han insistido en la importancia de mantener hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, el abandono del tabaco y la práctica regular de ejercicio, con el fin de reducir el riesgo cardiovascular. Y es que, un ritmo de vida sedentario, marcado por la inactividad física, constituye un factor de riesgo clave de enfermedad cardiovascular. El doctor José María Maroto, jefe de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, señala que "tanto en pacientes sanos como en pacientes con patologías cardiacas, el ejercicio es esencial como un arma terapéutica". Está demostrado -añade el experto- que los pacientes cardiacos que hacen rehabilitación cardiaca disminuyen en un 46% la tasa de mortalidad, mientras que en pacientes sanos, la práctica de ejercicio reduce la mortalidad entre un 30 y un 40%". Sin embargo, para que el ejercicio sea efectivo, debe realizarse en sesiones de una hora diaria, durante al menos cinco días a la semana y ser de tipo aeróbico, como por ejemplo marcha, carrera, ciclismo o natación.

Además del sedentarismo no hay que olvidar otros factores de riesgo cardiovascular importantes como "la tensión arterial, los niveles de glucosa, el colesterol y el peso", afirma el Dr. José Antonio Corbalán, cardiólogo y ex jugador profesional de baloncesto.

En prevención cardiovascular, una de las principales estrategias que se debe seguir es la práctica regular de un ejercicio "que requiera la movilización de varias partes del cuerpo, como caminar, nadar o montar en bicicleta", afirma el especialista. Los datos epidemiológicos son indicativos de los efectos beneficiosos del ejercicio en la prevención de las enfermedades de las enfermedades cardiovasculares, en la disminución de la mortalidad y en el desarrollo de enfermedades. Así, "si no se desempeña una actividad física normal, una persona puede aumentar considerablemente las posibilidades de aparición de una patología crónica", señala el doctor Corbalán.

Por ejemplo, en patologías como la diabetes tipo 2, el ejercicio físico previene hasta un 60% de casos. Por ello, según los estudios realizados hasta el momento, el ejercicio físico se concibe como una medida claramente eficaz de prevención de las enfermedades cardiovasculares.

   
 

 

   
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