Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Noviembre 2010  
   
 
  Vivir con salud: La falta de deseo es la disfunción sexual más frecuente en la mujer
   
portada RESYM
  Falta de deseo, no llegar a la excitación, al orgasmo, no obtener satisfacción o sentir dolor... son algunos de los problemas a la hora de disfrutar el sexo, problemas que pueden producirse en numerosas ocasiones, así lo señalan los expertos que estima que al menos la mitad de la población los padece de forma ocasional, convirtiéndose en un problema si genera ansiedad y dura varios meses.

Las causas pueden ser psicológicas, pero también fisiológicas. Lo más frecuente es que se deba a varios factores, como el estrés, las situaciones de conflicto, los problemas con la pareja, determinadas enfermedades, como diabetes o hipertensión, consumo de algunos fármacos... También el alcohol y las drogas intervienen en estas disfunciones sexuales.

En muchas ocasiones la falta de información sobre la sexualidad ha provocado que muchos problemas sexuales no se hayan resuelto, sobre todo en las personas de más edad a las que les faltó una adecuada educación sexual. Son ideas que dificultan una vida sexual satisfactoria, como miedo al fracaso, sentir ansiedad, lo que dificulta una respuesta placentera; estar demasiado pendiente de la respuesta, lo que genera un control que dificulta la lubricación vaginal o la consecución del orgasmo.

Hay otros factores socioculturales, como la educación familiar recibida que puede llegar a ser muy estricta especialmente en la mujer; centrarse excesivamente en el coito, y no valorar otros aspectos del contacto físico y demostraciones de afecto que no incluyan dicha práctica; o la presión social que exige tener un cuerpo bello, ser atractivo y seductor...

Los factores biológicos que intervienen están relacionados con problemas vasculares (hipertensión, diabetes, arteriosclerosis...), neurológicos (lesiones medulares), hormonales... y también por algunos fármacos que pueden alterar el deseo sexual.

El déficit de deseo es la disfunción sexual más prevalente en la mujer (entre un 30-42%, dependiendo de los estudios, siendo la preocupación sexual más habitual en las mujeres según la última Encuesta Nacional de Salud, documentándose también un repunte significativo de la prevalencia de este trastorno en la población masculina (14%).

En el último Congreso Español de Sexología, celebrado en Santiago e Compostela, se presentó un trabajo de Andrea López y coordinado por el doctor Francisco Cabello, del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología, de la FESS (Federación Española de Sociedades de Sexología) que respalda las evidencias aportadas recientemente por otros estudios, subrayando la estrecha vinculación entre la actual crisis económica y el deterioro progresivo de las relaciones sexuales.

En este trabajo se observa, según el doctor Cabello, que "el funcionamiento sexual se mantiene estable o incluso mejora durante los 3 primeros meses de paro laboral, pero a partir de entonces comienza a empeorar progresivamente, alcanzando los mayores niveles de disfunción cuando se alcanza un desempleo superior a los 12 meses", y sucede lo mismo con la frecuencia sexual. Actualmente, se considera que existe un déficit de deseo sexual patológico cuando una persona no tiene la motivación suficiente como para iniciar las relaciones sexuales, presenta una ausencia permanente de fantasías eróticas o reacciona de una manera pobre a los estímulos teóricamente eróticos, provocándole esta situación un malestar continuo. "La persona que tiene pareja y muestra una falta de deseo sexual suele vivir esta situación como una verdadera mutilación", ha señalado el doctor Cabello.

Los sexólogos coinciden en que no se debe medicalizar el deseo sexual cuando se trata de un evento puntual; sin embargo, señala el doctor Francisco Cabello, "hay personas que tienen un deseo sexual hipoactivo crónico y que sufren mucho debido a ello".

Actualmente no hay un tratamiento tan específico como en el caso del varón, pero sí hay terapias psicológicas y algunos nuevos fármacos que pueden ayudar. Cuando la persona lo vive como un problema lo importante es acudir a un especialista, no hay por qué resignarse si se cuenta con el tratamiento más adecuado para cada situación.

Pero no todo es terapia psicológica o un medicamento, hay otras alternativas que pueden funcionar, como cambiar la rutina y tener sexo a distintas horas del día, ensayar otras posiciones; utilizar cremas vaginales o lubricantes para la sequedad, sobre todo tras la menopausia; estimular el juego amoroso antes de que comience el coito..., aprender más del propio cuerpo, hablar con la pareja para comunicarse acerca de lo que más les gusta. También puede realizar otras actividades sexuales que no sean coito, masajes, masturbación... Y siempre el médico le puede sugerir maneras de tratar sus problemas sexuales o puede remitirlo a un terapeuta o consejero sexual si es necesario.

   
  Declaración de los derechos sexuales. Federación Española de Sociedades de Sexología

  La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas como el deseo de contacto, intimidad, placer, ternura y amor Los derechos sexuales son derechos humanos universales basados en la libertad, dignidad e igualdad inherentes a todos los seres humanos. Y dado que la salud es un derecho humano fundamental, la salud sexual debe ser un derecho humano básico, pues es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social:
  • Derecho a la libertad sexual
  • Derecho a la autonomía, a la integridad y a la seguridad sexual del cuerpo
  • Derecho a la privacidad sexual
  • Derecho a la igualdad sexual
  • Derecho al placer sexual
  • Derecho a la expresión sexual emocional
  • Derecho a la libre asociación sexual
  • Derecho a la toma de decisiones reproductivas libres y responsables
  • Derecho a la información sexual basada en el conocimiento científico
  • Derecho a la educación sexual integral
  • Derecho a la atención de la salud sexual
   
  Más información

  Federación Española de Sociedades de Sexología
www.fess.org.es

Se puede descargar un decálogo de sexualidad y ciclo vital, así como una declaración de los derechos sexuales.

   
 

 

   
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