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MVM, LA GÉNESIS DE UN PERIODISTA // LA CRÓNICA DEL RICINO
El sutil artificio de la contrarretórica

• Castigado por comunista, el joven periodista tuvo que enfrentarse a encargos envenenados
 

Los historiadores aportan el dato objetivo, frío, descarnado... El 18 de julio de 1936 el Ejército español se levantó contra el Gobierno de la República y triunfó, primeramente en dos sitios: Mallorca y las posesiones africanas. Los historiadores tienen archivadas miles de fichas sobre lo sucedido después y nadie les discute el derecho a tenerlas. Pero el 18 de Julio de 1936 es algo más que páginas, letras o cartón de ficha. El 18 de Julio de 1936 es vida misma española en trance de troncharse. Por eso el hombre anónimo de la calle también ofrece su visión de aquel 18 de Julio y la da en la medida de su disposición afectiva para lo que la fecha significó". Con este párrafo de prosa calculadísima que reivindica la memoria histórica popular y que traspúa una tremenda audacia, Vázquez Montalbán abrió nueve reportajes conmemorativos de los 25 años del Alzamiento que, siempre al lado de un retrato de Franco, firmó en julio de 1961 para Solidaridad Nacional.
Fue un encargo que su director, el falangista Luys Santa Marina, le impuso como purgante por una militancia comunista que la policía había denunciado a los responsables del periódico. El castigo empezó con tres largos meses de sequía: de mediados de marzo a finales de junio sólo le dejaron publicar dos noticias literarias y una crónica sobre el 2° Congreso de la Familia Española. El léxico rancio y oficialista que usó en esta última pieza --"un ¡Arriba España! escueto y sereno cerró un parlamento, por breve, dos veces bueno", escribió-- denota que se sentía muy vigilado. Y bajo esta presión, a finales de junio, lo mandaron a Mallorca en el destructor Gravina para cubrir la Operación Foca, unas maniobras de la Armada que rendían homenaje a los caídos del crucero Baleares.
Pero un Vázquez Montalbán hábil y audaz escupió estas dosis de aceite de ricino en la misma cara del franquismo. Así, en cinco reportajes fechados entre el 23 de junio y el 1 de julio de 1961, el periodista firmó irónicos y más costumbristas que épicos reportajes sobre la Armada con apuntes sociológicos sobre el incipiente turismo en Mallorca. Describió a una marinería agobiada "por la mugre del barco, el calor y el sudor" y casi siempre "de palique" entre "botellas de vino", "helada cerveza" y "jarras llenas de sangría" que forzaban confesiones como ésta: "Sin portaaviones y con pocos submarinos no podemos constituir la avanzada de una guerra naval... Pero como fuerzas complementarias de un conglomerado podemos hacer un papel muy digno". Una reflexión que, a propósito del ardor guerrero que España exhibe hoy en Irak, bien pudiera repetir en su póstuma La Aznaridad un Vázquez Montalbán que en 1961 ya se permitía el lujo de jugar con las palabras: una confusión entre los verbos varar y atracar le sirvió para hundir a un destructor español en las páginas de la Soli. Fue su forma de mofarse de unas maniobras que ni el público seguía, pues se bañaba en la playa "ajeno al sanguinolento machaqueo del enemigo". Quizá porque en la Mallorca de 1961 sólo había un objetivo, y no era precisamente militar: "Los de por aquí andan a la busca de la sueca aunque esta denominación no sea escrupulosa en cuanto a geografía se refiera. Ser una sueca es algo al alcance de cualquier extranjera, sin más requisito que... en fin... parecer sueca".
Después, en la serie sobre el 18 de julio, publicada entre el 21 y el 30 de julio de 1961, Vázquez Montalbán fijó su primera visión de un franquismo que denunció y analizó a lo largo de su trayectoria. Tenía poco margen, pero dio la vuelta a la retórica del régimen para esbozar una crónica histórica que sorprende que pasara la censura. Sólo un ejemplo, sobre 1946 y la ONU: "Nuestro país, por Real Decreto de las democracias universales, fue declarado fascista y los fascistas no merecían sitio en la más superestructura de las superestructuras democráticas".


Noticia publicada en la página 003 de la edición de Viernes, 24 de octubre de 2003 de Libros.