Dec 12 2012
Citybranding – landbranding: Creación de marcas territoriales
Autores: Albert Alfaro y Albert Castilla, estudiantes del Master Marketing (2012-13)
En marketing se habla mucho del concepto de branding y de la creación de marca. Normalmente se asocia a la creación de marcas de productos determinados (bienes o servicios) y pocas veces tenemos en mente la aplicación del branding en “productos territoriales”. El territorio y el espacio geográfico también es “un producto” que se puede “vender” y sobre el que se puede crear marca.
Pongamos algunos ejemplos. Cuando vamos de viaje estamos consumiendo un territorio y un espacio geográfico concreto que hemos elegido entre muchos otros. Los masters en marketing también se imparten en todo el mundo y pese a todo esto, nosotros escogimos Barcelona como destino para pasar al menos un año de nuestras vidas.
Es seguro que antes de tomar cualquiera de estas decisiones ha habido un proceso de búsqueda de información en donde la marca Barcelona, con todos los valores que transmite ha dejado su impronta de una manera decisiva. Al fin y al cabo, hoy, gracias a ello, podemos estar todos en esta clase. Como no creo que se les haya escapado, es justamente en este ámbito donde el “citybranding” o el“landbranding” tienen su razón de ser.
Hagamos sino el ejercicio de pensar por un momento en los valores e ideas que nos vienen a la cabeza cuando imaginamos y pensamos en ciudades y territorios como Nueva York, París, Barcelona, Ibiza, Formentera, Tokio, la Costa Brava… Ninguno de ellos es trivial.
Detrás de una marca de ciudad o de territorio hay un trabajo muy importante de los agentes socioeconómicos que han dedicado mucho esfuerzo para que cuando una persona oiga o vea una imagen de un espacio geográfico concreto la puedan relacionar con unos valores determinados, de manera que ese espacio sea deseable de ser consumido.
Una de las herramientas más importantes para la creación de marca de ciudad-territorio es el Plan estratégico. En planificación urbana existen dos tipos de planes, el físico y el estratégico. Los planes físicos son los planes urbanísticos más comunes que todo el mundo conoce, mientras que los planes estratégicos se encargan de acordar y marcar una estratégica para un periodo de años para la ciudad (socialmente, económicamente y culturalmente).
Estos planes estratégicos se crean a partir de la participación de agentes públicos y privados, de asociaciones y de la ciudadanía. A partir de un proceso participativo se acuerdan las líneas estratégicas de actuación para los siguientes años (5-15). Se trata de acciones y estrategias orientativas, todas están relacionadas con la “visión de ciudad” acordada.
A partir de estos planes estratégicos y la visión de ciudad, entran en juego otras variables para la creación de marca territorial. Las áreas de Turismo de estos espacios geográficos refuerzan la marca al publicitarla exteriormente, pero no solo se crea marca con la publicidad. La innovación y el dinamismo también son importantes en el proceso de crear marca. La ciudad también es una empresa viva que tiene que estar en constante evolución y creando valor (caso del Fórum 2004).
Esta innovación constante es más palpable en las “ciudades globales” que compiten entre ellas para ser las elegidas para hacer negocios, congresos, turismo, para vivir o para ofrecer cualquiera de los productos y servicios que quiere ofrecer la ciudad como polo económico.
Pero tomemos el referente de Barcelona para ver un ejemplo de cómo se han utilizado los valores de esta marca como estrategia turística, de negocios y de ocio. Partamos de un vídeo promocional de la ciudad.
[youtube]http://youtu.be/s5MM5HVupHo[/youtube]
Si prestamos atención, detectamos los diferentes pilares sobre los que gira la marca Barcelona. Sin duda, los que más peso tienen, con diferencia, son todos aquellos que forman parte de uno de los principales negocios de la ciudad y el país, el turismo. Barcelona se presenta como una ciudad activa y multicultural, con un pasado y a la vez, abierta al futuro.
En el eje cultural encontramos fuertes valores diferenciadores, como la marca Gaudí y el modernismo, metáfora de una ciudad que quiere compaginar la tradición local (pensemos por ejemplo en los “castellers”, o en los pequeños comercios de la Rambla) con la innovación (museos de arte contemporáneo, diferentes festivales punteros como el Sonar, etc.). Todo ello enmarcado dentro de amplia oferta ocio y servicios vacacionales de primer orden.
Tal posicionamiento no es de extrañar. Un estudio de ESADE sitúa a Barcelona como capital cultural y atractiva para vivir, incluso por delante de otras tan importantes como Londres. Obviamente, Barcelona va mucho más allá de ser sólo esto. Ésta también es un cometido esencial del citybranding, crear una imagen que vaya más allá del tópico (una ciudad de fútbol y una destacada anfitriona de los Juegos Olímpicos). Aunque provocar dicho cambio, como en cualquier marca, es un proceso difícil y costoso, resulta indispensable para incluir la ciudad condal en el mapa de los centros de negocios, tecnológicos o financieros.
En éste aspecto, una percepción excesivamente turística puede llegar a ser incluso contraproducente. Por ello no debemos descuidarnos y tomarnos la imagen a la ligera. Tenemos “productos” punteros innovadores, tanto empresariales como tecnológicos, como es el caso de la industria biomédica, pero deben ser correctamente comercializados. La marca Barcelona tiene que tener también éste cometido. Incluso, tal y como apuntan algunos estudios, Barcelona no es la ciudad en sí, sino que ésta se está convirtiendo en una marca tractora y representativa del territorio de Cataluña (entendido como otra marca, que no acaba de despegar).
Un breve apéndice para los más interesados
No queremos dejar pasar la oportunidad de apuntar algún nuevo concepto relativo al citybranding en este blog. En éste caso, estamos hablando de concebir la ciudad entera como producto en su máximo exponente: construir ciudades desde cero para satisfacer unas determinadas necesidades.
Se trata de una interesante y controvertida idea que cuenta con Paul Romer entre sus padres y que está basada en el modelo de desarrollo chino y de lo que supuso Honk Kong para el actual mapa y economía del país asiático.
http://www.ted.com/talks/paul_romer.html
Actualmente se están creando ciudades nuevas en países como Corea, y la idea de Romer puede estar a punto de ponerse a prueba en territorio hondureño.