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El tratamiento del niño asmático
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El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por la aparición de episodios repetidos de tos, sensación de ahogo y/o pitidos (conocidos como sibilancias). Es una enfermedad frecuente en la infancia y que en la mayoría de los casos se puede controlar de forma espontánea o con tratamiento médico. El diagnóstico del asma se basa en la entrevista médica y en la exploración física, y para ello requiere descartar otras patologías respiratorias menos frecuentes. En los últimos años se ha producido un aumento en el número de niñ@s afectados por asma, que podría ser atribuible a un aumento en la capacidad diagnóstica de los médicos así como a la presencia de factores ambientales desencadenantes.
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Una de las características que distingue el asma infantil, es que se trata de una enfermedad que se puede prevenir y que es controlable. Este hecho es importante porque la enfermedad afecta la calidad de vida de l@s pacientes. Es por ello que ante un niñ@ afectado de asma infantil se debe evaluar por parte de un profesional de la medicina la gravedad de la enfermedad y, después de esa evaluación, tomar la decisión sobre que tratamiento es más adecuado. Los objetivos del tratamiento son según un informe de Kirchsläger y colaboradores realizado para el Ministerio de Sanidad y Consumo: mejorar la calidad de vida, controlar la sintomatología crónica, prevenir las exacerbaciones o crisis asmáticas, preservar la función pulmonar dentro de parámetros de normalidad, permitir un crecimiento, desarrollo y una integración social adecuada y normal del niñ@, y controlar los efectos adversos potenciales de la medicación.
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El tratamiento del asma infantil incluye tanto medidas basadas en los cuidados generales como otras basadas en diferentes familias de fármacos. En este sentido, también se debe diferenciar entre el tratamiento a realizar en una crisis asmática y el que se prescribe como tratamiento general o de control de la enfermedad. Una vez se ha adoptado una decisión terapéutica, se debe valorar de forma periódica la respuesta del paciente a la terapia seleccionada. Es en esta fase de tratamiento en la que el entorno familiar juega un papel muy importante al educar a l@s niñ@s para que vivan la enfermedad con normalidad y sin dramatismos perfectamente adaptados a su entorno escolar y social, cumplan con la pauta terapéutica recomendada, sepan reconocer una posible crisis asmática y como actuar ante la misma, y adopten estilos de vida orientados al auto-cuidado y la prevención. Además de los profesionales de la sanidad y los familiares, los pacientes pueden encontrar ayuda en las diferentes asociaciones de pacientes asmáticos que existen en el Estado Español.
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