Según los responsables de la Asociación, esta iniciativa no pretende sustituir ni ser alternativa a la consulta al profesional, que es en última instancia quien debe estudiar el trastorno y recomendar el tratamiento más adecuado para cada caso.

Entre los trastornos sexuales, la disfunción eréctil afecta a entre un 12 y un 19% de la población masculina de entre 25 y 70 años. Sin embargo, se ha comprobado que las alteraciones sexuales repercuten seriamente en la autoestima de quien la padece y, por tanto, en su calidad de vida y en la de su pareja. Respecto a la disfunción sexual en la mujer, aunque no se dispone aún de datos sobre su incidencia en nuestro país, en la mayoría de los casos responde a alteraciones en el apetito sexual, en la excitación, en el orgasmo y en la presencia de dolor asociado a la práctica sexual.