Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Junio 2004  
   
 
  Noticias breves: Donación de ovocitos, una alternativa para embarazos tardíos o de alto riesgo
   
portada RESYM
  La incorporación de la mujer al mercado laboral ha contribuido a que se retrase la edad en la que la mujer tiene su primer hijo de los 22-23 años, a los 32-33, en tan sólo veinte años de tiempo, lo que conlleva que la mujer pueda desear quedarse embarazada a en la década de los 40 años. Aunque a esta edad pueden aparecer desarreglos hormonales, todavía existen posibilidades de embarazo. "En estos casos la tasa de fertilidad espontánea es menor del 5%, y conlleva más riesgo de enfermedades genéticas en el neonato, sobre todo del Síndrome de Down. Además de ello -señala el doctor Francisco González Gómez, director de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital de la Inmaculada de Granada- el parto puede presentar algunas complicaciones, como hipertensión, parto prematuro, etc., y pueden producirse hemorragias. Estos factores hacen que el embarazo en la perimenopausia se considere de alto riesgo".

Según este especialista, si los riesgos genéticos son altos y se conserva el útero, aunque la mujer haya perdido totalmente la fertilidad, la alternativa médica más razonable es la donación de ovocitos, que permite una alta tasa de embarazo y recién nacidos sanos.

La donación de ovocitos (óvulos o células germinales femeninas) consiste en la fecundación de los óvulos procedentes de una donante con espermatozoides de la pareja de la paciente. Una vez conseguidos los embriones, se le transfieren al útero de la receptora.

Descenso de la fertilidad

A los 40 años la esterilidad de la mujer es alrededor del 65-70%, debido sobre todo a la edad de los propios ovocitos. La mujer nace con un número fijo de óvulos, de forma que el huevo que se ovula en un mes determinado está en la mujer prácticamente igual desde el inicio de su vida. Con el paso de los años, disminuye progresivamente el número de óvulos en el ovario y se producen más ciclos sin ovulación.

A su vez, el endometrio -la mucosa que recubre por dentro la cavidad uterina- se va haciendo cada vez menos receptivo, como consecuencia del deterioro de la distribución hormonal, por lo que disminuye la probabilidad de implantación del embrión.

Para evitar embarazos no deseados, y aunque la tasa de fertilidad es muy baja a partir de los 40 años, los especialistas aconsejan utilizar métodos anticonceptivos eficaces, como los anticonceptivos orales (si no tiene factores de riesgo, como ser fumadora, hipertensiva o tener antecedentes trombo-embólicos), o bien otros métodos, como el DIU.

Entre el 10% y el 20% de los menores presenta trastornos de comportamiento

Según la OMS entre el 10% y el 20% de los menores en todo el mundo presenta uno o más problemas mentales o del comportamiento y además prevé que, para el año 2020 los trastornos neuropsiquiátricos podrían elevarse hasta un 50% y convertirse en una de las cinco causas más comunes de morbilidad, mortalidad e incapacidad en menores.

Los trastornos del comportamiento se pueden definir como aquellas ocasiones en las que los menores muestran un patrón de comportamiento antisocial que vulnera los derechos de otras personas, así como normas de convivencia y/o reglas socialmente aceptadas para su edad. La agresión, la crueldad, la violencia hacia terceros, hacia animales o cosas, la violación y la agresión sexual, o el robo sobre propiedades y personas, son algunos de estos comportamientos que, en general, aunque tienen un carácter transitorio, sin un correcto tratamiento, pueden llegar a convertirse en una patología crónica en la edad adulta. Así lo señala el Proyecto Esperi (Fundaciones Iberdrola, Accenture y O´Belén), que ha desarrollado la primera técnica de diagnóstico precoz de los trastornos del comportamiento en menores, ha confeccionado también la primera base de datos de recursos sanitarios en España, donde se recogen todos los servicios públicos de salud mental infanto-juvenil.

En España estos trastornos afectan a entre 600.000 y 700.000 menores, lo que corresponde a entre el 8% y el 10% de los jóvenes, a los que hay que añadir sus familias. Comparativamente, afectan a mucha más población que enfermedades tan conocidas como el Alzheimer (400.000 familias), la anorexia (80.000 enfermos) o el Síndrome de Down (30.000 afectados).

Los trastornos del comportamiento son inmanejables por las personas cercanas al individuo sintomático, lo que provoca un deterioro progresivo y significativo en el ámbito interpersonal, laboral y relacional. Señalan también los responsables de este proyecto que, ni todos los adolescentes padecen trastornos del comportamiento, ni a todos los que hoy se les cataloga socialmente en este grupo tienen realmente ese problema.

   
 

 

   
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