Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Noviembre 2006  
   
 
  Noticias breves: El rechazo social es el elemento más negativo de la epilepsia
   
portada RESYM
  "La epilepsia no es una enfermedad, sino una manifestación de una alteración cerebral que puede obedecer a causas genéticas y adquiridas", ha declarado la doctora Lidia Alonso-Nanclares, del Grupo de Neuroanatomía del Instituto Cajal, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en una jornada sobre esta enfermedad, celebrada en la Fundación Ciencias de la Salud. Añadió esta especialista que todavía existe un intenso debate sobre su origen y mecanismos.

La prevalencia de la epilepsia oscila entre los 24 y 53 casos por 100.000 personas al año en los países desarrollados, lo que supone el 1,2 por ciento de sus poblaciones, y cerca del 25 por ciento de los afectados no está controlado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 50 millones de personas con epilepsia en el mundo.

En algunos países de la Unión Europea todavía no está reconocida como un problema de origen cerebral y cerca del 25 por ciento de los afectados no está controlado, siendo los niños, adolescentes y ancianos los más perjudicados por esta situación. Esto significa que 100.000 españoles continúan sufriendo crisis epilépticas.

Según la presidenta de la Federación Española de Epilepsia, Francisca Lozano, "el entorno familiar y social condiciona, con su actitud, la calidad de vida del paciente epiléptico2", y añade que el rechazo social como el elemento más negativo de la epilepsia, lo que puede hacer a los pacientes caer en depresiones o sufrir cambios importantes de personalidad. Además, aquellos pacientes que no logran controlar sus crisis convulsivas (epilepsia fármaco-resistente) pueden convertirse en personas dependientes.

"Las primeras manifestaciones clínicas de la epilepsia son sutiles y suelen pasar desapercibidas al médico, por lo que se hace complicado diagnosticar esta condición de forma precoz, y su prevención no es posible", ha señalado el doctor Antonio Gil-Nagel, del hospital Ruber Internacional de Madrid.

Los más de 20 fármacos que hay en la actualidad en el mercado, "no eliminan la causa inicial de la epilepsia, según este especialista, sino que evitan la aparición de las crisis mientras se están tomando". Además del tratamiento farmacológico, la cirugía puede ser muy eficaz (identifica el origen de la crisis convulsiva en cada caso y se practica una resección del tejido afectado). La estimulación eléctrica del nervio vago y la dieta cetogénica (muy alta en grasas y baja en azúcar y carbohidratos), son otros tratamientos que han demostrado eficacia.

   
 

 

   
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