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Enfermedades neurológicas, como epilepsia, trastornos del sueño, deterioro cognitivo, enfermedad vascular cerebral, trastornos del movimiento, cefaleas y enfermedades desmielinizantes, entre otras, constituyen las principales causas de restricción en la capacidad de conducir. Conscientes de esta complejidad clínica, pero también de los importantes avances que se han producido en el diagnóstico, tratamiento y mejora de la calidad de vida de los pacientes neurológicos, la Dirección General de Tráfico ha solicitado a la Sociedad Española de Neurología un asesoramiento para plasmas en la legislación vigente, las restricciones que puedan tener los pacientes con estas patologías, pero no considerando la enfermedad en sí, sino el grado de afectación sobre la capacidad de conducir.
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Conscientes de esta complejidad clínica, pero también de los importantes avances que se han producido en el diagnóstico, tratamiento y mejora de la calidad de vida de los pacientes neurológicos, la Dirección General de Tráfico ha solicitado a la Sociedad Española de Neurología un asesoramiento para plasmas en la legislación vigente, las restricciones que puedan tener los pacientes con estas patologías, pero no considerando la enfermedad en sí, sino el grado de afectación sobre la capacidad de conducir.
La Sociedad Española de Neurología cuenta desde hace un año con un Comité de Neurología y Tráfico, (con expertos en epilepsia, demencia, sueño...) que ha participado en numerosas comisiones para la prevención de lesiones por accidentes de tráfico, sobre todo relacionadas con la epilepsia.
La actual legislación española, como norma general, permite la conducción de vehículo particular a pacientes con enfermedades neurológicas en situaciones de adecuado control clínico, aunque las recomendaciones del comité de expertos europeos en epilepsia y conducción de vehículos aportan nuevas sugerencias de cara a realizar una valoración más individualizada y más cercana a los últimos avances científicos.
Las recomendaciones básicas que realizó el Comité de Tráfico de la Sociedad Española de Neurología en colaboración con la Dirección General de Tráfico, se realizaron con el objetivo de reducir el riesgo de accidente de tráfico en pacientes con patología neurológica pueden resumirse en los siguientes aspectos:
- Mejorar la información que recibe el paciente sobre los riesgos viales que comparta la patología que padece.
- Conocer la repercusión de los tratamientos que recibe sobre su capacidad de conducción.
- Controlar otros factores que pueden tener repercusión tanto en su enfermedad, como en la conducción: consumo de alcohol, hábitos de sueño, etc.
- Adaptar la conducción a la evolución de su patología neurológica.
- No ocultar su enfermedad a los Centros de Reconocimiento a la hora de solicitar o renovar el permiso, por cuanto ello permitirá establecer las condiciones de conducción más seguras.
- Comunicar a su neurólogo asistencial que conduce y consulte cualquier duda respecto a la conducción de vehículos
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