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"La salud humana es la que sufre en mayor medida y de forma más importante las consecuencias de los desastres medioambientales", ha indicado el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, en el Simposio Internacional sobre Investigación en Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, celebrado en el Ministerio de Sanidad y Consumo y en el que han participado científicos y políticos de diversos países. Según el titular de Sanidad, la existencia de un programa de intervención en contaminación atmosférica que controlara la calidad del aire en Madrid, Bilbao y Sevilla evitaría unas 3.700 muertes anuales en total en estas tres ciudades. En Barcelona, según explicó, ya existe un programa de control de la calidad del aire para reducir el nivel de contaminación como propone la Unión Europea, con lo que "se reduciría más de 1.200 muertes al año, más de 600 hospitalizaciones, más de 14.000 episodios de bronquitis y de asma, y una reducción en el coste sanitario entre 1.200 y 2.300 millones de euros". El programa debería abordar sobre todo la reducción de la velocidad, la reducción de circulación de vehículos y, por tanto, la generación de gases, así como una mayor eficiencia del transporte público.
Por otra parte, los expertos de la OMS ya han advertido que se prevé sobre todo un incremento de las enfermedades respiratorias y casos de malaria. El efecto negativo que la emisión de gases y el efecto invernadero va a tener en los pulmones, preocupándose por las enfermedades respiratorias, el asma y las enfermedades crónicas.
También enfermedades como la malnutrición, la malaria, y las enfermedades diarreicas -responsables de 3 millones de muertes en todo el mundo al año- muy sensibles a las variaciones de temperatura, podría aumentar su incidencia, especialmente en los países menos desarrollados. La falta de acceso a agua potable, la escasez de agua o incluso las inundaciones, también tienen repercusiones negativas en la salud, con un aumento de los casos de cólera.
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