Además, los factores de riesgo como tabaco, obesidad, sedentarismo... que desencadenan muchas de las enfermedades crónicas, están en aumento. Ello supone que el 80% de las consultas de Atención Primaria y el 60% de los ingresos hospitalarios son de pacientes con enfermedades crónicas, lo que supone un total del 72% del gasto total. Un dato más, España es el país europeo donde más veces se ve a un paciente crónico al año, una media de 10 veces.

Los pacientes crónicos no solo no disponen de dispositivos asistenciales adecuados a sus necesidades, sino que es insostenible económicamente, según señaló el doctor Rafael Bengoa, director del Instituto Kroniker (Observatorio Internacional de Calidad y Gestión de enfermedades Crónicas), uno de los organizadores del Congreso, junto con la Consejería de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha.

La situación actual exige una ?redefinición del papel de los medios sanitarios?, señaló el doctor José Conde Olasagasti, del hospital Virgen de la Salud de Toledo y presidente de este I Congreso. Lo que el sistema de salud no hace con suficiente calidad es manejar a los crónicos, gestionar condiciones que necesitan cuidados prolongados y desarrollar una medicina pro-activa y preventiva. No se concibió para este fin, sino para manejar lo agudo.

La atención sanitaria a los pacientes crónicos está demandando nuevos perfiles profesionales, la reasignación de funciones y de responsabilidades entre los profesionales actuales y una nueva forma de interrelación entre ellas. A nivel internacional y en algunas Comunidades han surgido nuevas figuras que desarrollan nuevas funciones ajustadas a las necesidades de los pacientes crónicos, tales como enfermería de casos, planes de cuidados, o equipos multidisciplinares donde cada profesional asume la función en la que es más efectivo.

Hay modelos de referencia para esas nuevas políticas de salud, tanto en el ámbito internacional como nacional. Ofrecen un nuevo marco organizativo para coordinar la atención a enfermos crónicos, intervenciones como: mejorar la movilización de recursos de la comunidad; animar a los pacientes crónicos a participar en programas especiales de la comunidad; desarrollar programas de auto-cuidados y de educación al paciente con el fin de prepararlos a manejar su propia enfermedad; rediseñar el sistema de prestación para asegurar la continuidad de la atención; la integración entre primaria y especializada; unos cuidados planificados con seguimiento organizado, incluyendo los servicios sociales...

Las nuevas tecnologías ocuparon un papel importante en el Congreso y la historia clínica electrónica fue de nuevo de las principales reivindicaciones, que tanto han demandado médicos y pacientes.

Sistemas de información clínica, herramientas electrónicas de ayuda a la decisión, planificación automatizada de intervenciones, equipos de telecuidados o telemedicina fueron señalados como instrumentos imprescindibles que facilitan el cambio hacia nuevos modelos asistenciales diseñados.