Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Enero 2008  
   
 
  Noticia breve: La disfunción sexual afecta al 43% de las mujeres entre los 18 y 59 años
   
portada RESYM
  La disfunción sexual es un trastorno que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la persona: disminuyen o desaparecen los pensamientos, las fantasías sexuales, se posponen o se evitan las relaciones, hay una incapacidad para disfrutar, no hay satisfacción. Todo ello crea malestar y preocupación personal porque afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales.

Dicen los especialistas que la disfunción sexual es más común entre las mujeres que entre los hombres y se calcula que afecta a un 43% de mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años. Mientras que el diagnóstico y el tratamiento de la disfunción sexual masculina conocen avances importantes, todavía no se conocen bien los mecanismos fisiológicos y psicológicos de la respuesta sexual femenina.

La causa puede estar relacionada con una disfunción en cualquiera de las etapas de la respuesta sexual: el deseo, la excitación y el orgasmo. Su prevalencia en Europa coincide con la de EEUU. La primera causa es la falta de interés sexual (en torno al 27-30% de los casos, según datos ofrecidos por el Centro Médico Instituto Palacios de Salud de la Mujer, la segunda causa, los problemas de orgasmo, seguidos de los problemas de lubricación y de dolor al mantener relaciones sexuales.

La sexualidad implica una interacción entre factores biológicos y no biológicos. Entre los primeros, los estímulos y la coordinación de los sistemas endocrino, nervioso y cardiovascular son esenciales para el funcionamiento sexual. La disminución de los niveles de ciertas hormonas, especialmente de la testosterona y del estrógeno, puede causar disfunción sexual o contribuir a ello. También contribuyen a este trastorno ciertas enfermedades de transmisión sexual, la incontinencia urinaria, enfermedades ginecológicas, menopausia quirúrgica, depresión, estrés... y factores no biológicos, como las relaciones interpersonales, factores psicológicos, sociales, económicos, culturales y religiosos.

La falta de deseo es uno de los trastornos más comunes sobre todo en mujeres con menopausia quirúrgica y las que tienen una sintomatología menopáusica importante. "Este trastorno no suele remitir sin tratamiento y es una de las causas de consulta médica más frecuente", según la sexóloga y psicóloga Rosario Castaño.

La menopausia natural, en torno a los 51 años, pero sobre todo la menopausia quirúrgica (extirpación de los ovarios) tiene una repercusión importante sobre la salud las mujeres, ya que supone un cambio hormonal importante y en el caso de la menopausia quirúrgica dicho cambio hormonal se produce de una manera drástica.

El papel de las hormonas

Existen tres tipos de hormonas en las mujeres que cumplen diversas funciones y tienen un papel relevante en las relaciones sexuales: los estrógenos, los andrógenos y la progesterona. El eje hipotálamo-hipófisis-ovario regula varias de estas hormonas y tiene sus efectos últimos en el endometrio (membrana uterina). Estas hormonas se desplazan a través del torrente sanguíneo hasta los distintos órganos.

Aunque el papel de la testosterona (andrógeno) es muy conocido en el metabolismo masculino, también es importante su presencia natural en el metabolismo femenino y desempeña un papel en la libido y en la sensación de bienestar. Los niveles bajos de testosterona, que empiezan a descender antes de los 30 años, están asociados a la reducción del deseo sexual, de la excitación sexual, de la sensación genital y del orgasmo. Su déficit también provoca una disminución del bienestar, un cansancio inexplicado, y la caída del pelo del pubis.

Según una encuesta europea, un 46 % de las mujeres con menopausia quirúrgica sufren de una disminución del deseo sexual. Un 85% de estas mujeres se sienten culpables ante su compañero, el 80% manifiestan sentirse preocupadas, y el 64% experimentan la frustración y la resignación al ver como se resiente la calidad de sus relaciones sexuales.

También en el hombre

La disminución de los niveles de testosterona se puede manifestar en el hombre con síntomas como disminución de la libido, ánimo depresivo, fatiga y disfunción eréctil. Estos síntomas constituyen el llamado síndrome Hipogonadismo de Inicio Tardío, conocido también como andropausia, por sus similitudes con la menopausia femenina. Para el tratamiento de los síntomas del hipogonadismo, existen productos que contienen testosterona y que se comercializan en geles, parches, pastillas...

El hipogonadismo se observa a menudo en presencia de enfermedades agudas o crónicas frecuentes en el varón, y según los especialistas es probable que el hipogonadismo sea un componente fundamental del síndrome metabólico, un trastorno que implica un grupo de factores interrelacionados como la dislipidemia y la obesidad. Otros problemas asociados a este trastorno son la disfunción eréctil, la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

   
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