Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Marzo 2009  
   
 
  Noticia breve: Este año estará disponible la vacuna del herpes zóster
   
portada RESYM
  El herpes zóster es una enfermedad producida por un virus llamado varicela zóster. La primera vez que este virus ataca a una persona produce la varicela. Después se queda adormecido y en ocasiones se activa y da lugar al herpes zóster.

La varicela es una enfermedad que tiene entre 15 y 21 días de incubación (es el tiempo que pasa desde que se tiene contacto con el virus hasta que aparece el cuadro clínico típico de la varicela), el paciente tiene 2 o 3 días de fiebre, en general no muy alta acompañada de un cuadro catarral y posteriormente brota la enfermedad. Lo característico es la aparición de puntitos pequeños rojos, que en unas horas van llenando el tronco, la cara, brazos y piernas.

Es una enfermedad bastante frecuente, los estudios epidemiológicos señalan que más del 95% de los niños han pasado la varicela antes de los 14 años. Aunque es una enfermedad benigna, los síntomas son más graves en las edades extremas de la vida: en niños menores de 1 año y muy especialmente en recién nacidos, y en adultos.

Una vez pasada la varicela, el virus tiene la capacidad de quedar "dormido" en unos núcleos nerviosos que hay en la médula espinal y puede en algún momento de la vida activarse y dar lugar a un herpes zóster. Puede aparecer en la piel siguiendo el camino de un nervio de vesículas iguales a las de la varicela (conocido popularmente como "culebrilla") que pican mucho y pueden acompañarse de un dolor de tipo neurálgico en esa zona, como si fuera una contractura o un pinzamiento nervioso.

A partir de una determinada edad y coincidiendo con un descenso de las defensas inmunológicas el herpes zóster puede reactivarse durante la edad adulta dando lugar a unas dolorosas lesiones cutáneas altamente contagiosas. En España, esta infección afecta a 10 personas por cada 10.000 habitantes. Es más frecuente a partir de los 50 años y en los mayores de 60 años que además padecen alguna enfermedad crónica como diabetes, cardiopatía o un problema hepático.

La primera manifestación suele ser una sensación de hormigueo, picazón o dolor en un lado del cuerpo o en la cara, que luego progresa a una erupción con ampollas, acompañada en casi todos los casos por dolor de intensidad y duración variables.

Tanto la varicela como el herpes zóster son enfermedades muy contagiosas, un adulto con herpes zóster puede contagiar a un niño de varicela, si no la ha padecido.

El herpes zóster puede dar lugar a complicaciones; la más frecuente es la neuralgia post-herpética (NPH), un dolor nervioso persistente que aparece después de que se haya curado la erupción. Esta neuralgia puede durar meses, o incluso años, y puede causar desde hipersensibilidad al dolor y dolor quemante, hasta dolor palpitante y punzante.

Los tratamientos que se aplican en la actualidad (antivirales y analgésicos ) son para controlar los síntomas, "limitan la gravedad y duración del proceso, pero no evitan la evolución de la enfermedad ni previenen su complicación más frecuente y dolorosa, que es la neuralgia postherpética, que afecta a entre el 30 y el 70% de los pacientes. Estas medidas reducen el dolor un 30% únicamente y su efectividad depende del inicio del tratamiento en las primeras 72 horas", según el profesor Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro del Grupo de Estudio de Vacunación en el Adulto.

A mediados del año 2006, la Food and Drug Administration (FDA) en Estados Unidos y la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) autorizaron la primera vacuna preventiva para el herpes zóster.

En España, se espera su comercialización a lo largo de este año. En Estados Unidos se comercializó la primera vacuna de la varicela en 1995 y se incluyó en el calendario de vacunaciones sistemáticas de 1996. La primera vacuna para niños y adultos sanos se autorizó en España en 1998 y después se comercializó una segunda vacuna en 2005. Por lo que se dispone de una experiencia, relativamente larga, en algunos países de más de diez años. Sin embargo, es importante destacar que en el mes de febrero comienzó un nuevo estudio con una vacuna contra el herpes zóster, en el que participan hospitales españoles, europeos y estadounidenses, como por ejemplo el Clínico San Carlos y el Puerta de Hierro, ambos en Madrid, y el Hospital Clínico y Valle de Hebrón, de Barcelona.. El estudio internacional clínico multicéntrico, se encuentra en fase II, para evaluar la inmunogenicidad y seguridad de la vacuna en personas de 50 años y mayores, en el que participan 400 personas de las cuales el Clínico San Carlos y Puerta de Hierro aportan un total de 66 voluntarios, 33 cada uno.

   
 

 

   
Imprimir
© OBSYM 2009