Revista Electrónica de Salud y Mujer
    Julio 2009  
   
 
  Vivir con salud: Mantén la hidratación
   
portada RESYM
  Reponer líquidos para evitar la deshidratación

Nuestro cuerpo se compone de casi un 80% de agua, lo que explica la necesidad de mantenerlo hidratado para su correcto funcionamiento. Pérdida de apetito, disminución de la producción de orina, calambres, taquicardia, dolor de cabeza, sensación de mareo, desorientación, y en el caso de que la deshidratación sea extrema, el paciente puede entrar en coma o, incluso, morir. Las múltiples consecuencias para la salud que puede producir un estado de deshidratación hacen que constituya un problema de salud pública.

El agua no es la única vía de hidratación, ya que existen en el mercado una amplia variedad de bebidas que, además de hidratar, aportan nutrientes beneficiosos para el organismo, y algunas, como las isotónicas, están consideradas por los médicos como las más hidratantes después del agua.

Una bebida isotónica tiene la misma osmoralidad que los fluidos del organismo, lo que significa que contiene, o debería contener, el mismo número de azúcares y electrolitos por 100 ml, de esta forma se absorbe rápidamente por el organismo en situaciones de necesidad, por ejemplo cuando se realiza una actividad física (sea deportiva o no) intensa y prolongada. Contienen también sales y minerales.

Distintas son las bebidas energéticas, se utilizan como estimulantes y para reponerse de la fatiga. Están compuestas por azúcares y sustancias como ginseng, guaraná, cafeína, hierbas de mate... por lo que las personas con problemas de hipertensión, diabetes ... deben limitar su consumo.

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida y salud de la población, ayudando a mantener el equilibrio hídrico y evitando la aparición de síntomas relativos a los procesos de deshidratación, la Asociación Española de Gastroenterología (AEG), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) han elaborado el documento "Recomendaciones en procesos de rehidratación y deshidratación leve".

Con la llegada del verano y la subida de las temperaturas, el número de personas que pueden sufrir deshidratación aumenta significativamente, por lo que reponer de manera adecuada los líquidos es fundamental para preservar el buen estado de salud. Señalan los expertos que no es conveniente guiarse por la sensación de sed, puesto que esta señal de alerta está originada cuando se ha producido ya una disminución del volumen total de agua en el cuerpo y no es un buen indicador para llevar a cabo una rehidratación completa, por lo tanto hay que educar al ciudadano a tener el hábito de consumir líquidos suficientes para compensar las pérdidas.

Junto con una insuficiente ingesta de líquidos, otras de las causas más habituales de la deshidratación son las diarreas y vómitos, la sudoración excesiva- por ejemplo en situaciones de calor, actividad intensa-, el uso de determinados fármacos como, por ejemplo, diuréticos, procesos febriles o enfermedades crónicas que hacen que disminuya el nivel de líquidos.

Según el Dr. José Luis Calleja, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) "hay que prestar especial atención al nivel de hidratación cuando se manifiesta sed, sequedad de las mucosas y de la piel, y disminución de la cantidad de orina, síntomas de deshidratación leve". Señala también este experto que cuando se produzca una pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, dolor de cabeza y cansancio extremo; "se recomienda consultar al médico". Los grupos más vulnerables son los niños, embarazadas y personas mayores.

Recomendaciones para mantener un nivel óptimo de hidratación:

    1. Es recomendable ingerir de 4 a 10 vasos de líquidos al día, aunque no se tenga sed, especialmente en situaciones de calor. (además del líquido que se puede aportar al organismo con sopas, fruta, etc...) Se aconseja la ingesta de agua y otras bebidas que son clave para asegurar una buena hidratación.

    2. Consumir ciertos alimentos con un alto porcentaje de agua puede ayudar a mantener un buen nivel de hidratación: frutas y verduras (melón, sandía, fresa, pomelo, uva, naranja, tomate, zanahoria, calabaza, etc.).

    3. Es conveniente hidratarse antes, durante y después de realizar ejercicio físico, y evitar practicarlo en los momentos del día de mayor calor.

    4. Para ayudar a una ingesta diaria adecuada de líquidos, puede ser conveniente ingerir bebidas con diversidad de sabores.

    5. Es aconsejable consumir bebidas con sales minerales y glucosa que pueden facilitar una mejor rehidratación en situaciones de deshidratación leve.

    6. No son recomendables las bebidas alcohólicas para evitar la deshidratación e incluso pueden llegar a provocarla. En caso de comidas copiosas, se requiere un aporte suplementario de líquidos.

Se recomienda prestar especial atención al nivel de hidratación cuando hay sed, sequedad de las mucosas y de la piel, disminución de la cantidad de orina; en situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como fiebre, diarreas, vómitos; se tomen ciertos medicamentos (diuréticos, etc). Cuando se produzca una pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, dolor de cabeza y cansancio extremo se debe consultar con el médico.

Las recomendaciones estarán disponibles en las páginas web de las Sociedades Médicas Científicas y se distribuirán en las consultas de Atención Primaria y en las Consejerías de Salud.

Asociación Española de Gastroenterología (AEG)

Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)

Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN)

Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)

Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD)

   
 

 

   
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