Resumen: |
El alto déficit impide poder recurrir a la clásica medida keynesiana de utilizar al gasto público para estimular la demanda, pero no impide que se puedan producir estímulos por el lado de la oferta. Ese tipo de medidas pone la presión en la microeconomía, señalando que son todos los actores económicos los que deben contribuir a salir de la crisis sacándose a si mismos, a sus familias y a sus empresas de ella, a base de replantearse los bienes y servicios que pueden producir o prestar competitivamente, recortando costes y viendo la forma de reducir precios. En este sentido, el Gobierno no debe pretender salvar al país, sino eliminar trabas y poner los medios para que cada cual pueda resolver su problema. El Gobierno, como un agente económico más, debe esforzarse por sacar de la crisis al Estado, reduciendo costes y plazos administrativos, eliminando servicios no rentables socialmente, simplificando las estructuras del Estado y saneando las finanzas públicas. |