Ingresos hospitalarios y errores de medicación. Magnitud y dimensión
Moreno Campoy, Eva
Moraga Ropero, Inmaculada
Baena Parejo, Mª Isabel

Data: 2008
Resum: El medicamento es uno de los recursos sanitarios más utilizados y constituye en la actualidad una potente herramienta terapéutica para la resolución de procesos patológicos. Se considera el principal recurso para el incremento de la esperanza y de la calidad de vida de la población. Sin embargo, no siempre se consigue el resultado esperado con la prescripción del medicamento, ya que son múltiples las causas y factores que pueden hacer que por una parte no se alcance el objetivo esperado y por otra puede producir efectos no deseados o acontecimientos adversos, afectando directamente a la seguridad del paciente. La morbilidad y mortalidad producidas por errores relacionados con los medicamentos es elevada y en gran medida tiene que ver con fallos o errores en el sistema de utilización de éstos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo más del 50% de los medicamentos se prescriben, dispensan y comercializan inadecuadamente. Un gran número de estos problemas o errores derivados del uso de los medicamentos son prevenibles. El error de medicación (EM) engloba todos los incidentes o problemas que puedan estar relacionados con la práctica profesional, con los productos, con los usuarios y con los procedimientos empleados y se define como "cualquier incidente prevenible que pueda causar daño al paciente o dé lugar a una utilización inapropiada de los medicamentos, cuando éstos están bajo el control de los profesionales sanitarios o del paciente o consumidor. Estos incidentes pueden estar relacionados con la práctica profesional, con los procedimientos o con los sistemas, incluyendo fallos en la prescripción, comunicación, etiquetado, envasado, denominación, preparación, dispensación, distribución, administración, educación, seguimiento y utilización". Un acontecimiento adverso por medicamentos (AAM) es cualquier daño, grave o leve, causado por la falta o por el uso terapéutico de un medicamento. Los AAM prevenibles son los causados por errores de medicación, estos implican daño y error. Los AAM no prevenibles se producen a pesar de un uso adecuado de los fármacos, implican un daño pero sin error y son las conocidas Reacciones Adversas a Medicamentos (RAM). Los errores de medicación se pueden producir en cada una de las fases del complejo proceso de utilización de los medicamentos en el que intervienen diferentes profesionales y colectivos (fase de prescripción, fase de dispensación y fase de administración) y también pueden influir otros factores humanos, ambientales y del sistema. En el proceso de utilización de los medicamentos, el 30% de los errores se cometen durante la prescripción de los mismos. Seguida de la fase de administración con un 20% y la de dispensación con un 17% de errores, 48% de los cuales se producen por dispensar un medicamento diferente al prescrito. Aunque la mayoría de los estudios sobre errores de medicación se han venido realizando en el ámbito hospitalario, los acontecimientos adversos se pueden deber tanto a errores ocurridos en la atención hospitalaria, en la atención primaria o por una descoordinación entre ambos niveles. Por ello, tanto el personal médico, de enfermería como el personal farmacéutico son imprescindibles en la detección y prevención de los errores de medicación, ya que algunos de estos acontecimientos pueden llevar a la prescripción de más medicamentos incrementándose, así el riesgo de eventos adversos de mayor gravedad. Aproximadamente el 7,1% de los ingresos hospitalarios están relacionados con problemas de medicación pudiéndose evitar en el 59% de los casos. La mayoría de estos ingresos corresponden a pacientes mayores de 65 años. Los grupos de medicamentos o fármacos implicados más comúnmente en este tipo de acontecimientos son los AINEs, el ácido acetil salicílico, la digoxina y los anticoagulantes. Las manifestaciones clínicas mas usuales son de tipo digestivo y más concretamente la hemorragia digestiva alta. El punto de partida para poder minimizar en lo posible la incidencia de eventos adversos, es la implementación de una cultura institucional que promocione la seguridad y mejore el proceso de utilización de los medicamentos, por ello y para reducir el riesgo de que se produzca un AAM, se deben implementar estrategias de prevención específicas, partiendo de la base de que errar es humano y creando una cultura de seguridad que permita aprender de los errores. Algunas medidas de prevención recomendadas son: Estandarización de la prescripción médica, Registros electrónicos de la actividad asistencial, Estandarización del envasado, etiquetado, almacén, límite de dosis, dispensación… de los medicamentos. Incorporación de un farmacéutico al equipo asistencial, Informar y formar a los pacientes sobre sus tratamientos, pautas y procedimientos, Mejora de la comunicación entre los profesionales sanitarios, Promoción de la notificación de los errores de medicación.
Drets: Tots els drets reservats.
Llengua: Castellà
Document: Article ; recerca ; Versió publicada
Publicat a: Revista clínica electrónica en atención primaria, Núm. 15 (Febrer 2008) , p. 1-6, ISSN 1887-4215



6 p, 151.3 KB

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