ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-27863-2001

'TE HE PEDIDO QUE VENGAS': LA FORMA VERBAL 'CANTE' Y LA RELACIÓN TEMPORAL 'POS-ANTE-PRESENTE'

Alexandre Veiga
Universidad de Santiago de Compostela (España)

1. Si la caracterización temporal que se aplica por lo común a la forma verbal española cante, tradicionalmente denominada "presente de subjuntivo", es, en unos u otros términos, la que corresponde a un presente-futuro y si, paralelamente, es fácil comprobar que, en efecto, dicha forma aparece en subjuntivo como resultado de la transformación modal tanto de canto como de cantaré, tal como ilustra el siguiente doble ejemplo:

lo cierto es que esta forma ofrece en español común un uso particular en un contexto también particular en que, ya de entrada, se aplica a procesos verbales no situados cronológicamente en el "presente" ni en el "futuro", sino ya pasados desde la perspectiva de los interlocutores, uso cuya interpretación temporal concreta será necesario abordar y, por supuesto, precisar como posible realización de sustancia de contenido correspondiente en la estructura del sistema verbal al valor temporal que se defiende como expresado por la forma cante.

Nos referimos a la aparición de dicha forma para hacer referencia a hechos en realidad ya acontecidos y expresados en dependencia sintáctica de un verbo principal en ante-presente, tales como los referidos en los ejemplos

ejemplos todos ellos perfectamente gramaticales cuando en el primer caso el interlocutor ya ha venido, en el segundo el fuego ya se ha apagado y en el tercero el hablante ya se ha equivocado.

2. Respecto de ejemplos como estos, en que el tradicional "presente de subjuntivo" expresa procesos que, en rigor, ya han tenido lugar y parece escapar, pues, al menos inicialmente, a su interpretación funcional como un presente-futuro, la primera observación que hemos de efectuar es que no corresponden a ninguna variedad geográfica concreta del castellano, sino que el empleo de la forma cante en ellos registrado es propio del español común. No pueden, por tanto, parangonarse a la extensión temporal "retrospectiva" del valor expresado por dicha forma que se detecta en áreas hispanoamericanas como resultante del desuso de las formas cantara~-se y que posibilita ejemplos como

(apud Kany 1945: 221)1.

Tal como ya se expuso en (Rojo & Veiga 1999: § 44.5.4), en estos tres ejemplos la forma cante expresa respectivamente las relaciones temporales pos-pretérito, co-pretérito y pretérito, como se puede comprobar fácilmente comparándolos con las secuencias indicativas

De acuerdo con el sistema de representación vectorial que venimos utilizando en nuestros estudios sobre significaciones temporales en el sistema verbal2, a estas tres relaciones corresponden las siguientes fórmulas:

Obsérvese que las tres coinciden en ofrecer directamente vinculado al punto origen, centro de referencias temporales del sistema3 a que corresponde el símbolo O, un vector negativo -V, representación de una orientación originaria de anterioridad; esto es: las tres relaciones temporales incluyen como directamente enfocada desde el centro de referencias temporales una orientación de anterioridad, por lo que se trata de relaciones de anterioridad originaria (cfr. Veiga 1991: 177). Estas tres orientaciones son expresadas en español común, cuando el contenido modal es el del subjuntivo sin que se añada un valor de irrealidad4, mediante las formas cantara y cantase en relación de alomorfismo:

es, pues, a cantara~-se, y no a cante, a quien corresponde la expresión de estas realizaciones de sustancia de contenido temporal en español común en combinación con el contenido modal del subjuntivo no irreal. La presencia de una orientación originaria de anterioridad condiciona que, en las situaciones comunicativas habituales, en que el centro de referencias temporales del sistema se sitúa en el momento de la comunicación, estas relaciones se apliquen a procesos que han tenido lugar en el pasado, por lo que en español común resulta aceptable, por ejemplo, una secuencia como

válida, en cambio, en las áreas geográficas en que se ha producido la decadencia en el uso de las formas en -ra~-se y la consiguiente extensión de cante a significados temporales de anterioridad originaria en un proceso de reconstrucción diacrónica que ofrece visibles concomitancias con lo sucedido en el subjuntivo francés, aunque los resultados no hayan sido enteramente idénticos (cfr. Veiga 1989: § 7, n. 37, 1996b: cap. 5, n. 135, Rojo & Veiga 1999: § 44.5.4).

Y puesto que las construcciones del tipo "te he pedido que vengas" son posibles en el español peninsular por mucho que el proceso verbal venir ya se sitúe en el pasado para los interlocutores, no podemos explicar estos ejemplos como extensiones del uso de cante al dominio temporal de la anterioridad originaria comparables a las que sí se han producido en español americano.

3. Si no se trata de apariciones de la forma verbal cante como expresión de relaciones temporales de anterioridad originaria, tampoco parece que se trate de casos de presente histórico en subjuntivo.

Hemos de decir, para empezar, que si bien lo habitual es hallar las referencias al presente histórico acompañadas de ejemplificación en indicativo (forma verbal canto), como es el caso del conocidísimo ejemplo de Gili Gaya (1943)

idéntico uso es admisible en subjuntivo desde el momento en que, por consistir en el resultado de un determinado fenómeno de reorientación exclusivamente temporal, resulta completamente independiente del contenido modal expresado por la forma verbal de que se trate y, así, un ejemplo como

es resultado de la transformación a la perspectiva temporal característica del presente histórico de

por lo que, como podemos apreciar, sepa resulta de la reorientación temporal de supiera~-se exactamente igual que en indicativo parte resulta de la de partió.

Como expusimos en otra ocasión (cfr. Veiga 1987: § 2.4, cfr. también Rojo & Veiga 1999: § 44.2.2.5), el uso del presente histórico y empleos paralelos de otras formas verbales supone un desplazamiento retrospectivo del origen o centro deíctico de orientaciones temporales, de tal manera que un proceso "pasado" que en su enfoque temporal más espontáneo recibiría una orientación de pretérito (la que, de acuerdo con Rojo 1974: §§ 2.2, 4.4.1-2, formulamos O-V, esto es, relación de anterioridad directamente medida desde el punto origen) es reenfocado como simultáneo a un origen retrospectivamente desplazado O' (relación O'oV o de presente "histórico"), conforme al esquema

y esta reorientación supone la base de todo un conjunto de reenfoques temporales que afecta a otras unidades verbales5.

Sin embargo, no parece adecuada la interpretación de la forma verbal cante en los ejemplos del tipo "te he pedido que vengas" como resultante de la reorientación temporal de un proceso más espontáneamente enfocable por medio de una relación temporal de anterioridad originaria -esto es, de anterioridad directamente medida desde el origen- desde el momento en que en ellos es característica y sintomática la presencia, precediendo y rigiendo sintácticamente la forma de "presente de subjuntivo", de un ante-presente con cuya perspectiva originaria de simultaneidad la supuesta relación de anterioridad produciría una difícilmente explicable ruptura en el enfoque temporal. Pensemos en la dudosa aceptabilidad de secuencias temporales como

fuera de las variedades de la lengua en que se produce la indistinción entre los usos de canté y he cantado, pues la vinculación a una referencia o situación presente propia del enfoque temporal de ante-presente que expresa la forma he cantado requiere que dicha vinculación se mantenga a la hora de expresar otro proceso no solamente posterior al enfocado como ante-presente, sino derivado de él. La congruencia gramatical exige así el uso de otro ante-presente y no un pretérito en cualquiera de las construcciones con que estamos ejemplificando:

Ahora se ha establecido correferencialidad entre las formas indicativas has venido, se ha apagado y me he equivocado y las subjuntivas vengas, se apague y me equivoque, pero debe entenderse esta correferencialidad simplemente en el sentido de que dos unidades temporales diferentes se refieren exactamente al mismo proceso y, por tanto, a un mismo sector del eje cronológico. No se trata, contrariamente, de que la forma cante sea resultado de la reconversión de un ante-presente a la perspectiva temporal característica del "presente histórico", pues el principio que establece dicha perspectiva es la sustitución de una relación directa de anterioridad al origen, O-V (relación pretérito), por una relación directa de simultaneidad a un origen retrospectivamente desplazado O'oV (relación presente "histórico") y la relación temporal de ante-presente, (OoV)-V, ofrece ya como originaria una relación de simultaneidad, no una de anterioridad.

Por otro lado, no creemos que sea necesario llamar la atención sobre el hecho de que el uso de cante que nos ocupa es característico de un determinado contexto y carece, en consecuencia, de la libertad sintáctica propia de los "presentes históricos", hábiles para figurar, ya de entrada, en la oración independiente.

4. Es precisamente el contexto en que se registra este uso verbal el dato que más hemos de tener en cuenta en la búsqueda de su correcta interpretación temporal.

Para empezar, no creemos difícil la comprobación de que en los ejemplos de que hemos partido la forma cante establece con he cantado la misma relación temporal que cantara~-se establece respecto de canté. En efecto, el traslado al enfoque temporal de anterioridad originaria propio de la "narración" de hechos "pasados" así lo demuestra al permitir obtener, a partir de nuestros tres ejemplos de § 1, las secuencias

Es decir, la correlación gramatical allí expresada por he cantado / cante es la misma aquí expresada por canté / cantara~­se. Hemos de notar que ahora sí resultan absolutamente coherentes desde el punto de vista temporal las coordinaciones con verbos en pretérito:

lo que nos permite establecer nuevos casos de correferencialidad temporal, que, insistamos, no puede identificarse sin más con una equivalencia de enfoque temporal.

hallamos que la expresión doblemente alomórfica en ­ra~­se está en ella representando la relación temporal que, con Bello (1841: § 38, 1847: § 634), llamamos pos-pretérito y, con Rojo (1974: §§ 2.2, 4.2.3), formulamos (O-V)+V, la misma que en indicativo corresponde a la forma simple en ­ría y que, confrontando ambas series modales, podemos observar conjuntamente en los ejemplos

Efectivamente, viniera~­se subordinado en correlación temporal6 con pedí -como llegarían y llegaran~-sen en correlación con (no) creí- expresa una relación primaria de posterioridad directamente enfocada desde la relación de pretérito, O-V, expresada por el verbo principal, de tal manera que esta última se convierte en punto de referencia para la orientación de dicha relación primaria +V. A estas estructuras sintácticas, exactamente como nuestros últimos ejemplos las temporalizan, corresponde el esquema temporal correlativo

cuyo carácter correlativo es el responsable de que la relación expresada por el verbo principal reaparezca constituida en referencia -gráficamente situada entre paréntesis - formando parte de aquella expresada por el verbo subordinado.

Puesto que, como hemos razonado, la misma correlación se establece entre los contenidos temporales expresados por he cantado y cante en el caso de

está claro que la unidad verbal subordinada orienta también el proceso como directamente posterior a la relación temporal expresada por el verbo principal, relación que se constituye, en virtud del establecimiento de una correlación temporal, en referencia para la orientación del proceso expresado por el verbo subordinado.

Y la relación expresada por he cantado allí donde no puede depender temporalmente de otra unidad verbal7 y sin que ningún especial fenómeno de índole temporal altere la realización básica de contenido característica de dicha forma8 no es otra que la que Bello (1841: § 39, 1847: § 638) denominó ante-presente y Rojo (1974: §§ 2.2, 4.4.1, 4.4.3) ha formulado (OoV)-V, esto es, relación de anterioridad directamente orientada desde una referencia simultánea al origen o centro deíctico de relaciones temporales del sistema. Esa relación originaria de simultaneidad implícita en la realización temporal básica que expresa he cantado y responsable de que Alarcos Llorach (1947: 35) se refiriese a esta unidad verbal como "tiempo relativo" medido "desde el presente gramatical" se aprecia especialmente en sus reiteradamente destacados empleos para hacer referencia a acontecimientos pasados que guardan alguna relación con el momento presente, bien por haber tenido lugar en el pasado inmediato (p. ej.: "he dicho"), bien por situarse en un período de tiempo que no ha concluido todavía (p. ej.: "este año ha habido buena cosecha"), bien porque sus consecuencias aún perduran en el momento presente (p. ej.: "la industria ha prosperado mucho"), etc. (cfr., p. ej., Gili Gaya 1943: § 123, de donde hemos tomado los últimos ejemplos).

Y puesto que en "te he pedido que vengas" la forma subordinada expresa posterioridad a la unidad verbal sintácticamente principal y la relación temporal por esta expresada es la de ante-presente, (OoV)-V, la expresada por vengas en este ejemplo concreto ha de ser formulada ((OoV)-V)+V, incluyendo la anterior como referencia para la orientación del "vector primario", y hemos de referirnos a ella como relación temporal pos-ante-presente. A la construcción "te he pedido que vengas" corresponderá, por tanto, el esquema correlativo que hemos de formular

5. Hemos identificado, por tanto, una realización temporal trivectorial expresada por una forma verbal, la forma cante, que en sus apariciones en la oración independiente expresa relaciones monovectoriales, sea la de presente, OoV, como en

sea la de futuro, O+V, como en

Ello nos lleva a plantear si la relación ((OoV)-V)+V, pos-ante-presente, puede ser funcionalmente equivalente de alguna de estas dos realizaciones monovectoriales o, empleando un término que hemos manejado en trabajos anteriores, puede ser variante de alguna de ellas.

Tal como establecimos, por ejemplo en (Veiga 1991: § IV.2.4), las unidades funcionales de contenido temporal pueden, en general9, manifestarse contextualmente en diferentes realizaciones concretas de sustancia de contenido temporal de manera que todas las realizaciones correspondientes a una misma unidad funcional deben ofrecer algunas características comunes en las que radican sus propiedades temporalmente funcionales, exactamente igual que, en el terreno de la fonología, los alófonos de una misma unidad fonemática ofrecen siempre características fónicas comunes y solamente en estas pueden radicar los rasgos pertinentes que identifican a cada unidad. Así, considerando que las realizaciones O-V (pretérito), (O-V)-V (ante-pretérito), (O-V)oV (co-pretérito) y (O-V)+V (pos-pretérito) hallan en los ejemplos siguientes sus expresiones respectivas en las formas canté, había cantado, cantaba y cantaría, las cuales aparecen expresando relaciones que se orientan en correlación temporal respecto del pretérito regente,

se deduce inmediatamente que una tercera unidad verbal que se oriente en correlación temporal respecto de una segunda que a su vez lo hace respecto de una primera, deberá expresar una realización de sustancia de contenido temporal más compleja, que tome como referencia la expresada por la segunda forma. Esto es lo que sucede, por ejemplo, en el caso de las realizaciones expresadas por cantaría en cada uno de los tres ejemplos siguientes:

En efecto, llovería expresa aquí una relación primaria de posterioridad respectivamente enfocada desde un ante-pretérito (había anunciado), un co-pretérito (anunciaba) y un pos-pretérito (anunciaría), por lo que representará diferentes relaciones trivectoriales orientadas respectivamente desde las referencias ((O-V)-V), ((O-V)oV) y ((O-V)+V), relaciones trivectoriales que formularemos y denominaremos

Advertimos claramente que estas tres relaciones temporales ofrecen dos rasgos comunes:

a) el vector primario (primero por la derecha) es siempre de posterioridad, -V, y
b) el vector originario (primero por la izquierda) es siempre de anterioridad, ­V;

ambos vectores son los únicos integrantes de la fórmula (O-V)+V, correspondiente a la relación de pos-pretérito, que ya nos era bien conocida como representable por la forma verbal indicativa cantaría en castellano, a la que Bello (1841: § 38, 1847: § 634, cfr. supra § 4) se refirió precisamente como pos-pretérito. Por ello concluimos que en combinación con el contenido modal oportuno cantaría puede ser expresión en castellano de cualquier realización de sustancia de contenido temporal que ofrezca como vector primario un vector de posterioridad y como vector originario uno de anterioridad, con independencia de que entre uno y otro se incluyan o no nuevos vectores y de cuál sea el número y la orientación de estos. Llamamos realización básica a la realización (O-V)+V, que incluye exclusivamente los dos vectores obligatorios y que es reconocible en la oración independiente, esto es, fuera del ámbito de posible actuación de la correlación temporal, como en el ejemplo

-construcción solamente concebible desde el punto de vista temporal como enfoque prospectivo desde una referencia de anterioridad en este caso no identificable contextualmente, sino implícita en el valor de la forma verbal-, mientras que a las demás llamamos variantes. Unas y otras constituyen manifestaciones concretas de una misma unidad funcional, en este caso la que llamamos función temporal /pos-pretérito/, que hemos caracterizado en la estructura del sistema verbal español como portadora de los siguientes tres rasgos temporales pertinentes:

(cfr. Veiga 1999 para nuestra teoría sobre el funcionamiento de las oposiciones temporales en español actual; vid. gráfico en 1999: § 8.2).

Frente a la función temporal /pos-pretérito/, a la función temporal /futuro/, expresada en las circunstancias modales oportunas por la forma verbal indicativa cantaré, corresponde otra tríada de rasgos temporales pertinentes (cfr. ibid.):

Observamos que es en cuanto a la actuación de la oposición ±anterioridad originaria donde radica la diferenciación funcional entre estas dos funciones temporales, como permite, ya de entrada, colegir la confrontación entre sus dos realizaciones temporales básicas, respectivamente (O-V)+V y O+V.

Al lado de la realización básica O+V, la función temporal /futuro/ admite una serie de variantes, las más sencillas de las cuales son las realizaciones bivectoriales de pos-presente, (OoV)+V, y pos-futuro, (O+V)+V, reconocibles mediante correlación temporal a verbos principales que expresen respectivamente las relaciones OoV, presente, y O+V, futuro, y respecto de los cuales un verbo subordinado oriente el proceso verbalmente expresado como directamente posterior:

Cotejando ahora las tres realizaciones O+V, (OoV)+V y (O+V)+V, que nuestros ejemplos ilustran como expresables mediante la forma verbal cantaré sin que se produzca cambio alguno desde el punto de vista modal, observamos que ofrecen también dos características comunes, una de ellas de signo negativo:

a) el vector primario (primero por la derecha) es siempre de posterioridad, +V, y
b) el vector originario (primero por la izquierda) no es nunca de anterioridad, -V.
Estas dos características son coherentes con los tres rasgos temporales que hemos anticipado (cfr. supra) como definitorios de la unidad temporal /futuro/ y precisamente en ellos se realizan dichas tres propiedades temporales pertinentes.

Y es aquí a donde queríamos llegar. Si la función temporal /futuro/ configura toda la sustancia de contenido temporal integrada por las realizaciones que ofrezcan un vector primario de posterioridad y un vector primario que no sea de anterioridad, es obvio que en dicha sustancia estará incluida la relación trivectorial que más arriba identificamos como expresada por la forma verbal cante en los ejemplos del tipo "Te he pedido que vengas", la relación temporal pos-ante-presente, ((OoV)-V)+V, cuyo vector primario es, efectivamente, de posterioridad, mientras que el vector originario no es de anterioridad, sino de simultaneidad. Los hechos funcionales del subsistema temporal del verbo español revelan que esta peculiar realización trivectorial de sustancia de contenido ofrece el único vector que es de aparición obligatoria en todas las realizaciones correspondientes a la función /futuro/ y no contiene el único cuya aparición está excluida de cualquiera de ellas: hemos comprobado, por tanto, que pos-ante-presente, ((OoV)-V)+V, constituye una variante de realización correspondiente a una realización básica que no es otra que la monovectorial O+V, futuro, por mucho que la hayamos observado en contextos en que hace referencia a sucesos cronológicamente ubicados en el "pasado".

Esta ubicación, que en principio parece convertir en paradoja la atribución de esta variante nada menos que a un valor funcionalmente /futuro/, resulta de la presencia justamente en posición intermedia de una orientación de anterioridad, -V, procedente de la relación ante-presente, (OoV)-V, expresada por el verbo principal. En efecto, el establecimiento de la correlación temporal exige que la realización expresada por el verbo sintáctica y temporalmente regente reaparezca constituida en referencia formando parte de la realización expresada por el verbo sintáctica y temporalmente regido (cfr., p. ej., Veiga 1996a: § 1), y puesto que en nuestros ejemplos de partida,

es, efectivamente, un verbo en forma he cantado expresando la relación temporal ante-presente, (OoV)-V, el que ocupa siempre la posición de verbo sintáctica y temporalmente regente, su vector primario de anterioridad pasa a ocupar la posición exactamente intermedia en la realización temporal ((OoV)-V)+V expresada por los verbos subordinados.

Así se plantea una situación en principio curiosa, pero en la que radica la clave de esta posibilidad de uso de la forma cante que, en general, las teorías temporales no han podido explicar: un vector en el cual no recae ninguna propiedad temporalmente funcional presenta un módulo superior al del único vector de aparición obligatoria en este caso, que es de signo contrario, y siendo superior el módulo del vector -V al del vector +V, al tiempo que el tercer vector de la fórmula es de simultaneidad, el vector de mayor magnitud "arrastra" el enfoque al dominio cronológico del "pasado", por lo que la fórmula resulta adecuada para procesos verbales efectivamente acaecidos con anterioridad al punto en que habitualmente se sitúa el centro de referencias temporales, mientras que, por carecer de valor funcional frente al que sí posee el vector primario +V, la relación pos-ante-presente no deja de constituir una variante del contenido temporal de /futuro/.

En una palabra, lo funcionalmente determinante es que el enfoque temporal primario sea de posterioridad y el originario no sea de anterioridad; que por el medio aparezcan nuevas orientaciones vectoriales es algo que no altera el valor de la unidad de contenido temporal, pero si en esta posición lo que aparece es una orientación de anterioridad cuyo módulo sea superior al del vector primario, entonces nos encontraremos con una en principio sorprendente variante del valor /futuro/ que cronológicamente se sitúa nada menos que en el pasado, pero merced a la gran magnitud de un vector de anterioridad que, desde el punto de vista funcional, carece de pertinencia en el seno de la unidad del sistema a que corresponde. El siguiente diagrama ilustra la posibilidad que acabamos de explicar:

"pasado"
>>
>>
"presente" "futuro"
- - (OoV)-V)+V - -
- - vengas - -
- (OoV)-V - (OoV) -
- he pedido - - -
<... - - - ...>

6. De todo lo hasta ahora comprobado se deduce que, por las mismas razones, la relación trivectorial ((OoV)-V)oV, co-ante-presente, debe constituir variante de la función temporal /presente/, definida en el sistema temporal con arreglo a los rasgos

(cfr. Veiga, 1999: § 8.2) y de la que OoV (presente) es realización básica.

En efecto, no hay más vector obligatorio en las variantes correspondientes a esta función que el vector primario de simultaneidad oV, el único que figura en la realización básica, al tiempo que como vector primario está excluido el de anterioridad -V. Son esta obligatoriedad y esta exclusión las manifestaciones sustanciales de los tres rasgos temporalmente funcionales que acabamos de señalar. La relación de co-ante-presente, que integra un vector primario oV y similar vector en posición de enfoque directo desde el origen, constituye realización de dichos tres rasgos.

Como sea que en circunstancias modales de subjuntivo la oposición temporal ±posterioridad, única que enfrenta en el sistema (de manera, pues, directa) las funciones /presente/ y /futuro/, carece de valor funcional, siendo la forma cante la expresión en subjuntivo no irreal de la archifunción temporal /presente-futuro/, resultante de este caso concreto de neutralización, hemos de esperar que en combinación con este contenido modal sea precisamente cante la forma que se encargue de la expresión de esta peculiar relación temporal trivectorial. Y tal es, precisamente, la interpretación que, creemos, debe darse al "presente de subjuntivo" subordinado en un ejemplo como

en el que se establece una correlación temporal con respecto de la relación ante-presente expresada por el verbo principal, desde la cual el subordinado expresa un proceso enfocado como simultáneo. Pero notemos que el contexto deja claro que no podemos ver en faltes una simple relación temporal OoV, presente, pues, situándose en este caso el origen en el momento "presente" de la comunicación verbal, el proceso significado por faltes ya no tiene vigencia en dicho momento presente.

7. El estudio de estas realizaciones concretas de sustancia de contenido temporal nos ha revelado, una vez más, que en lo referente a hechos lingüísticamente temporales no es procedente mantener la tradicional interpretación de los "tiempos" como consistentes en situaciones absolutas en el "pasado", el "presente" o el "futuro", sino que los significados configurados en las unidades de un sistema temporal como es el del verbo español únicamente intervienen nociones relativas como anterioridad, simultaneidad y posterioridad. Mas de nuestras observaciones no solamente se desprende esta conclusión, en la actualidad de admisión ya bastante generalizada, sino que de nuevo nos enfrentamos a la evidencia de que los valores funcionales expresados por las formas verbales forman parte de un sistema de oposiciones gramaticales en la determinación de cuya estructura lo fundamental es la identificación de unas propiedades temporales pertinentes de actuación opositiva que permiten que las diferentes unidades configuren parcelas de sustancia de contenido temporal que habitualmente recogen no una, sino toda una serie (potencialmente infinita) de realizaciones de contenido que comparten ciertas características comunes, no conduciendo sino a descripciones insuficientes, por parciales, cualquier interpretación del sistema temporal que reduzca la caracterización de sus unidades a unas determinadas fórmulas o a determinados grupos limitados de fórmulas sin tomar en consideración el carácter relativo por opositivo de los valores integrantes de un conjunto de relaciones paradigmáticas.

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Notas

1. Ejs. segundo y tercero de J. M. Castro y J. Icaza respectivamente. Más ejemplos en Kany (loc. cit.).

2. Sistema que hemos adaptado del propuesto por Rojo (1974), quien introdujo importantes modificaciones a partir de las representaciones propuestas por Bull (1960).

3. Punto que suele coincidir, aunque esto no es forzoso, con el momento de la comunicación verbal (cfr., p. ej., Rojo & Veiga 1999: § 44.2.2.5).

4. Sobre la combinabilidad e independencia de la oposición indicativo / subjuntivo con otra oposición modal que formulamos irreal / no irreal, cfr., p. ej., Veiga (1991: § II.3.9.5, 1996b: §§ 2.2-3).

5. Así, en el mismo ejemplo hallamos, en correlación temporal con el "presente histórico" sepa, una forma de "futuro histórico" hallará, resultante de la paralela sustitución cantaría > cantaré'. En rigor, en este caso hay que señalar una realización temporal concreta de pos-presente, variante correspondiente a la función temporal /futuro/ (cfr. infra § 5), ya que el proceso de reorientación es ahora propiamente (O-V)+V > (O'oV)+V (cfr. Veiga 1987: § 2.4).

6. Entendemos por correlación temporal la relación gramatical que se establece entre dos unidades verbales cuando una de ellas adopta como punto de referencia para su orientación temporal la realización de sustancia de contenido temporal expresada por la otra (cfr. Veiga 1996a: § 1, cfr. también 1987: § 4, 1991: § IV.2.3.2, n. 14, Rojo & Veiga 1999: § 44.2.2.4).

7. Pensemos que esta forma puede orientarse directamente desde un verbo regente que exprese la relación temporal futuro, caso en el cual se convierte en representación de una realización concreta de ante-futuro, aplicable a hechos cronológicamente situados en el futuro, tal como se observa en los ejemplos "mañana anunciaremos que ha terminado el plazo", "el año que viene verás cuánto ha crecido este árbol", "la próxima vez que preguntes por mí te dirán que me he ido de aquí" (cfr. Veiga 1991: 187).

8. Pensamos en el uso "pro futuro" de he cantado, utilizable en sustitución de habré cantado en las mismas circunstancias en que canto sustituye o puede sustituir a cantaré, cfr., p. ej., "mañana seguro que ya hemos terminado [=habremos terminado]" (cfr., p. ej., Veiga 1991: 223, 1999: § 5.1). Y señalemos que también he cantado conoce un empleo "histórico" cuando por desplazamiento retrospectivo del origen (cfr. supra § 3) se convierte en sustituto de había cantado en virtud de una reorientación (O-V)-V > (O'oV)-V (había cantado > he cantado', cfr. Veiga 1987: § 2.4); p. ej.: "el poeta X.X. nació en 1523, cuando su país había logrado la independencia" > "el poeta X.X nace en 1523, cuando su país ha logrado la independencia".

9. Con la única excepción de la función temporal /pretérito/, que no admite más realización que la básica O-V (con la consecuencia de que su único vector podrá funcionar como primario o bien como originario, cfr. Veiga 1993: § 4.1, 1999: § 4.1). La razón se halla en la proximidad estructural de otra función, /ante-presente/, con la que /pretérito/ establece una relación sin paralelo en otros puntos del sistema temporal, de no haber surgido la cual en la historia del castellano, la relación de ante-presente (OoV)-V y sus variantes funcionarían como variantes de realización de /pretérito/ (formalmente hablando, canté expresaría también el contenido temporal propio de he cantado). Así sucedía en el verbo latino clásico, que conocía una sola unidad funcional, expresada en indicativo por la forma amaui (el tradicional "pretérito perfecto") y que configuraba la sustancia de contenido temporal que en castellano se han repartido su heredera formal canté y la forma compuesta más moderna he cantado.

10. Notemos que este ejemplo admite, de hecho, una doble interpretación, pues no es forzoso que en él se establezca una correlación temporal: la misma situación de cronología relativa entre ambos procesos se apreciaría si las relaciones expresadas por los dos verbos fuesen OoV / O+V, esto es, si ambas relaciones temporales se orientasen directamente desde el origen e independientemente una de otra, pues, como es obvio, un proceso posterior a otro ha de ser igualmente posterior a cualquier referencia simultánea a este último. Lo que nos interesa destacar es que, en caso de que se establezca una correlación temporal en virtud de la cual respecto de un verbo regente en presente el verbo temporalmente regido exprese posterioridad, la forma verbal que aparecerá en el segundo verbo es la misma que en combinación con idéntico contenido modal se encarga, de acuerdo con el funcionamiento del sistema, de expresar la relación temporal futuro.

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ISSN: 1139-8736
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