ISSN: 1139-8756

LA TEORÍA DE LOS ESQUEMAS SINTÁCTICO-SEMÁNTICOS SUBORACIONALES CON SUSTANTIVO EN POSICIÓN NUCLEAR 0

María Tadea Díaz Hormigo
Universidad de Cádiz (España)

  1. Criterios para la clasificación de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos en posición
    nuclear
  2. Apéndice: Relación alfabética de las marcas y pruebas semánticas usadas para la determinación de los esquemas
    semánticos
  3. Referencias

Exposición teórica

La aceptación de la tricotomía praguense expresión-evento, expresión y esquema oracional como unidades distinguibles en el contenido del término oración constituye el punto de partida de la teoría de los esquemas sintáctico-semánticos oracionales, si bien la revisión teórico-crítica de los diversos intentos de definir el concepto de oración por parte de los lingüistas de la primera escuela de Praga y por los autores de la nueva escuela de Praga llevó a V. Báez San José, el lingüista iniciador de la metodología lingüística a la que nos referimos (cf. respecto a la misma Báez San José 1979, 1987, 1991, 1993 y 1996; Báez San José y Moreno Martínez 1974, 1975 y 1985, y Báez San José y Penadés Martínez 1990), a reformular la mencionada tricotomía distinguiendo entre tres unidades diferentes, denominadas generalmente acto de hablar, expresión textual y esquema sintáctico-semántico oracional, que considera resultado de tres estadios sucesivos en un proceso de abstracción distinto al descrito por los lingüistas de la escuela de Praga y a las que hace objeto de definiciones que difieren de las formuladas por éstos para las unidades por ellos establecidas.

Así, del principio aristotélico de que el hablar implica una intencionalidad por parte del hablante en el sentido de que es éste el que libremente se constituye en yo hablante / emisor y, de acuerdo con ciertas reglas y procedimientos propios de su lengua, construye un discurso con el que transmite una información sobre alguien o algo a un tú oyente / receptor en un lugar determinado, en un momento concreto, en un contexto preciso y en una situación comunicativa única e irrepetible, se deriva el considerar la comunicación humana como articulada en actos de hablar.

Se denomina acto de hablar a cada unidad mínima comunicativa que compone la intervención de un interlocutor en una conversación o diálogo, se caracteriza por responder a ¿Qué pasa / ocurre / sucede? y se delimita formalmente por ir entre pausas y tener un contorno de entonación específico. Puesto que el acto de hablar implica que un hablante emisor concreto transmite un mensaje preciso a un oyente receptor concreto en una situación, un contexto, un lugar, un tiempo y unas condiciones comunicativas determinadas, cada acto de hablar es singular e individual, intencional, único, ilimitado en su aparición, irrepetible en su mismidad y, por tanto, no estudiable.

Ahora bien, si este acto de hablar es sacado de la intervención en la que ha sido emitido y si se hace abstracción de quien lo dijo (el yo concreto que lo dijo), de a quien / quienes se le / les dijo (el tú / Vd. / vosotros / Vds. a quien / quienes se dijo) y del momento y del lugar reales en los que se produjo la transmisión del contenido comunicativo, siempre que se siga considerando que tal cadena podría estar inmersa en una intervención, se obtiene una unidad textual abstracta, repetible y reproducible que puede ser denominada expresión o enunciado (estructura abstracta dinámica), la cual se caracteriza esencialmente por presuponer no ya un hablante y oyente particulares, sino un emisor y receptor potenciales, tener un contorno o curva de entonación específica y remitir a una de las subestructuras performativas siguientes: 1) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd... (exclamación); 2) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucedió / sucede / sucederá, etc. que... (aserción); 3) Sucede que yo te / le mando / ordeno / ruego a ti / Vd. que suceda que... (mandato, ruego); 4.1.) Sucede que yo te / le mando / ordeno / ruego a ti / Vd. que me digas / diga si sucedió / sucede / sucederá / etc. que... (pregunta total), o 4.2.) Sucede que yo presupongo que algo sucedió / sucede / sucederá / etc. y que te / le mando / ruego a ti / Vd. que me digas / diga quién, qué, cuándo, cómo, dónde, etc. (pregunta parcial). Además, excepto en el caso de la exclamación, es posible distinguir en la expresión un suceso final performado, compuesto por un núcleo predicativo y, eventualmente, uno o varios sintagmas susceptibles de ser determinados por el núcleo o de determinar al mismo, y, junto a esto, en algunas expresiones, la presencia de ciertas determinaciones de las distintas cadenas performativas y/o de signos de conexión de unas con otras. Por tanto, las expresiones o enunciados subyacentes a, por ejemplo, los actos de hablar 1) Vendrá esta tarde, 2) ¿Vendrá esta tarde?, 3) ¡Ven esta tarde! y 4) ¿Con quién vendrá esta tarde? son 1) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucederá que vendrá esta tarde, 2) Sucede que yo te / le mando / ordeno / ruego a ti / Vd. que me digas / diga si sucederá que vendrá esta tarde, 3) Sucede que yo te mando / ordeno / ruego a ti que suceda que vengas esta tarde y 4) Sucede que yo presupongo que sucederá que vendrá esta tarde y que te / le mando / ordeno / ruego a ti / Vd. que me digas / diga con quién.

Al esquema oracional (estructura abstracta estática) se llega cuando, tras haber excluido las exclamaciones, por tener únicamente función emotiva y función apelativa, y las preguntas y mandatos / órdenes / ruegos, pues, excepto de las preguntas interrogativas parciales, de los demás no se puede declarar si son verdaderos o falsos -y esto, no con relación al hablante o al oyente, sino con relación a lo extralingüístico-, y, además, porque incluso a los actos de hablar que son mandatos / ruegos o preguntas subyacen estructuras performativas asertivas -por tanto, la aserción es el miembro no marcado de la oposición aserción / mandato, ruego, pregunta-, a) eliminamos la cadena de performativos que estructuran la aserción; b) abstraemos la curva de entonación, la eventual ordenación temático / remática, la posible focalización de alguna de las partes de esta secuencia lingüística y todos aquellos elementos que impliquen una presuposición de conocimientos por parte del oyente / receptor; c) sustituimos los sintagmas nominales, preposicionales, adjetivales y adverbiales, las proformas, embragadores y expresiones encastradas que aparezcan en el suceso final performado por las que en la terminología del modelo que describimos se denominan variables lingüísticas, que definimos como las abstracciones y las generalizaciones máximas de los significados, sentidos y eventuales referencias o denotaciones de tales sintagmas, proformas, embragadores y expresiones encastradas, variables que están representadas por formas específicas de cada lengua y que en español son alguien, algo, algún tiempo, algún lugar y algún modo, correspondientes a los exofóricos quién, qué, dónde / adónde, cuándo y cómo, respectivamente; d) eliminamos las palabras modales, las partículas de matización, gradación, cuantificación y afirmación / negación y los signos de conexión textual, y e) ponemos el verbo núcleo predicativo del suceso final performado en el tiempo no marcado y en la forma correspondiente a la no persona.

El resultado será un esquema sintáctico oracional completo o incompleto, debiendo proceder, para que llegue a estar completo, a la adición de aquellas variables lingüísticas con las que el núcleo predicativo contrae una relación sintáctico-semántica obligatoria en este nivel abstracto de indagación y a la eliminación de aquéllas con las que no la contrae. A este esquema sintáctico oracional (forma de una función) le corresponde un esquema semántico de su mismo nivel (función de una forma), que se determina por la aplicación de un inventario de pruebas semánticas del tipo "¿Cómo es X (1ª variable)?", "¿Qué le hace X (1ª variable) a Y (2ª variable)?", "¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?", "¿Qué efecto se produce por la acción de X (1ª variable)?", etc.

La distinción establecida puede quedar ilustrada si señalamos que, de acuerdo con la teoría de los esquemas sintáctico-semánticos, de los actos de hablar registrados 1) Juan repara su coche, 2) María escribió un poema, 3) Juan adora la música y 4) A Juan le gusta la música resultan, tras el proceso de abstracción descrito, las estructuras abstractas dinámicas (expresiones o enunciados) 1) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucede que Juan repara su coche, 2) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucedió que María escribió un poema, 3) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucede que Juan adora la música y 4) Sucede que yo te / le digo a ti / Vd. que sucede que a Juan le gusta la música, a las cuales subyacen los esquemas sintácticos oracionales completos 1) Alguien repara algo, 2) Alguien escribe algo, 3) Alguien adora algo y 4) Algo le gusta a alguien, y a éstos, tal como puede comprobarse si se procede a la aplicación de las pruebas y marcas semánticas que figuran en el apéndice de este trabajo, corresponden los esquemas semánticos 1) agente no afectado-acción causativa-objeto afectado, 2) agente no afectado-acción causativa-objeto resultativo, 3) afectado portador de la actitud-proceso no causativo actitudinal no activo-objeto de la actitud y 4) productor de un efecto-producción de un efecto-afectado.

Por tanto, un esquema sintáctico-semántico oracional puede ser definido como "un signo lingüístico estático, del más alto nivel de análisis de las lenguas particulares, considerado por abstracción como fuera del discurso conectado (texto) y fuera de la situación comunicativa (instauración de la relación comunicativa desde un yo a un tú real o potencial sobre un algo), una unidad que implica al menos un núcleo predicativo y, en casi todos los casos, una serie de variables intralingüísticas (sic) necesarias ya sean determinadas por el núcleo predicativo, determinadoras del mismo o determinadoras, a su vez, de relaciones ya constituidas núcleo-variables" (Báez San José 1987: 78). El conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos oracionales de una lengua con un núcleo predicativo léxicamente idéntico pero que difieren unos de otros por el número y/o el carácter sintáctico-semántico de las variables lingüísticas que determinan a este núcleo predicativo o que están determinadas por él constituye una oración, mientras que, puesto que los diferentes esquemas sintáctico-semánticos que integran la oración presentan distintas relaciones entre el núcleo y las diferentes variables constituidoras de los mismos, se establece que cada uno de estos esquemas es una diátesis construccional diferente de una misma oración, ya que, de otra manera, habría que entender que estamos ante núcleos predicativos léxicamente distintos, lo cual, en la mayoría de los casos, constituye una falsedad.

Pues bien, consideramos que, del mismo modo que ha sido postulada y realizada, fundamentalmente por diversos autores de la escuela de Praga actual, la bifurcación del denominado nivel oracional en dos subniveles lingüísticos de indagación a los que corresponden dos clases de unidades lingüísticas -el subnivel abstracto de la oración y los esquemas sintáctico-semánticos oracionales y el subnivel más concreto -o menos abstracto- de las expresiones textuales, ya que los actos de hablar, por las características que presentan (el ser singulares e individuales, únicos, intencionales, ilimitados en su aparición, irrepetibles en su mismidad e inaprehensibles), son inestudiables-, hay que distinguir también, en el nivel de las construcciones con sustantivos nucleares, entre un subnivel de análisis e indagación de las mismas abstracto o estático, que tendrá como objeto la constitución de los esquemas sintáctico-semánticos de estas construcciones suboracionales y el establecimiento de la clasificación opositiva de los esquemas suboracionales que se obtengan, y un subnivel más concreto o dinámico, en el que se estudiarán estos esquemas sintáctico-semánticos cuando están insertos en el dinamismo lineal del discurso. De esta afirmación se infiere que, desde nuestro punto de vista, cualquier construcción con sustantivo en posición nuclear que tenga sentido en un texto y/o en un discurso es también la actualización de un esquema sintáctico-semántico subyacente, aunque, obviamente, en el caso de las construcciones a las que aquí nos referimos, se trata de la actualización de un esquema sintáctico-semántico suboracional, pues presenta como núcleo el sustantivo que ocupa la posición nuclear de la construcción que figura investida en el texto y/o en el discurso.

Por ello, al igual que el esquema sintáctico-semántico oracional, el establecimiento del esquema sintáctico-semántico con sustantivo en posición nuclear que subyace a cada construcción nominal implica también un proceso de abstracción, el cual, para estos esquemas, consta de las siguientes fases: a) se extraen las construcciones con sustantivos nucleares de las expresiones textuales o enunciados en las que están insertas; b) se prescinde de los llamados tradicionalmente determinantes y modificadores del núcleo, y también de los otros signos de singularización y de actualización textual; c) se restituyen los sintagmas elípticos susceptibles de determinar en el texto y/o en el discurso (nivel dinámico) al sustantivo nuclear, recurriendo para ello, fundamentalmente, al contexto verbal mediato e inmediato y al contexto extraverbal (circunstancias no lingüísticas que se conocen o se perciben directamente); d) se sustituyen los sintagmas nominales, preposicionales, adjetivales y adverbiales, proformas y expresiones subordinadas que aparezcan en la construcción nominal, así como los sintagmas que estaban elípticos y han sido restituidos, por los elementos que denominamos variables lingüísticas, que, para las construcciones nominales son, entre otras, añadiéndoles su nexo con el núcleo, de alguien, de algo, por parte de alguien, por parte de algo, etc.; e) se eliminan aquellas variables lingüísticas con las que el sustantivo núcleo de la construcción no contrae una relación sintáctico-semántica obligatoria en este nivel abstracto de indagación, y f) por último, se pone el sustantivo que aparece en posición nuclear en el número y en el género no marcado, si bien esta fase es sólo realizable en aquellos casos en los que el sustantivo núcleo interviene, junto con otro sustantivo de la lengua, en la oposición singular / plural y/o en la oposición masculino / femenino. De este modo, se consigue un esquema sintáctico suboracional con sustantivo en posición nuclear al que corresponde un esquema semántico de su mismo nivel, que se obtiene tras aplicar una serie de pruebas semánticas análogas a las que intervienen para la determinación de los esquemas semánticos oracionales y que, para los esquemas suboracionales que citamos en este trabajo, figuran, al igual que para los oracionales, en el apéndice. La aplicación del proceso de abstracción descrito a las construcciones con sustantivo en posición nuclear de, por ejemplo, la expresión El amor desmesurado e irracional que sentía por ella lo condujo a cometer aquel cruel asesinato, que son 1) el amor desmesurado e irracional que sentía por ella y 2) aquel cruel asesinato, demuestra que los esquemas sintácticos subyacentes a estas construcciones nominales son, respectivamente, 1) amor de alguien por / hacia alguien y 2) asesinato de alguien por parte de alguien, a los cuales corresponden los esquemas semánticos 1) actitud no activa - afectado portador de la actitud - objeto de la actitud y 2) acción causativa - afectado - agente no afectado. En este sentido, definimos esquema sintáctico-semántico con sustantivo en posición nuclear como un signo lingüístico con una forma significante (conjunto de marcas sintácticas o esquema sintáctico suboracional) a la que corresponde una función semántica (conjunto de marcas semánticas o esquema semántico suboracional), que es abstracto, potencial, no predicativo, y está constituido por una palabra con, al menos, el significado categorial, en el sentido husserliano, "lo que se concibe como ser en sí" y significado léxico, si bien además puede presentar significado instrumental, es decir, por una palabra de la categoría lingüística sustantivo (cf. para esta caracterización de sustantivo Díaz Hormigo 1998), o por esta palabra y una o más variables lingüísticas relacionadas con la misma.

El esquema sintáctico-semántico con sustantivo en posición nuclear es abstracto porque, como hemos establecido, cada esquema sintáctico-semántico con sustantivo como núcleo es el resultado de una serie de abstracciones; es potencial porque, ya esté constituido sólo por el sustantivo nuclear (esquemas sintáctico-semánticos cerovalentes) o por éste y una o más variables lingüísticas (esquemas sintáctico-semánticos monovalentes, bivalentes, trivalentes, etc.), el esquema nominal tiene un significado suboracional completo, pero no un sentido, pues éste lo adquiere en un contexto y en una situación comunicativa concreta, esto es, cuando el esquema sintáctico-semántico se inserta en el dinamismo discursivo, donde el hablante puede actualizar e investir categorial, léxica y/o gramaticalmente las variables lingüísticas y dotarlas de un significado, una referencia o denotación y un sentido, o bien las omite, o bien designa mediante proformas los posibles sintagmas investiduras de las variables, así como también puede añadir elementos no pertenecientes al esquema pero que son determinadores del sustantivo en este nivel dinámico, y, por último, es no predicativo porque, a diferencia de lo que ocurre con los esquemas sintáctico-semánticos oracionales, no se establece una relación predicativa o existencial, indicativa de un determinado modo del ser, existir o suceder, entre los elementos del esquema nominal y la realidad extralingüística, función ésta que es desempeñada en las lenguas particulares únicamente por la palabra con el significado categorial "lo que se concibe como modo del ser, existir o suceder", que, en español al menos, pertenece a la categoría verbo.

Respecto a otras características que presentan los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares, puede comprobarse que, al igual que las unidades léxicas y los esquemas oracionales de una lengua, el número de los esquemas sintácticos nominales y el de sus correspondientes esquemas semánticos es finito, pues el conjunto de los elementos nucleares -sustantivos- y el de las variables lingüísticas lo es en cada lengua particular, y también es limitado el número de los esquemas que presentan un sustantivo nuclear idéntico y que varían unos de otros por el número y carácter sintáctico-semántico de las variables. Asimismo, tal como ocurre con los de las unidades léxicas y los de los esquemas oracionales, los significados de los esquemas sintácticos nominales se delimitan por su oposición paradigmática, estableciéndose ésta lingüísticamente, para los esquemas a los que aquí nos referimos, de dos maneras: 1) los esquemas sintáctico-semánticos que participan de un sustantivo nuclear idéntico se oponen entre sí, por lo que el significado (esquema semántico) de cada esquema sintáctico se establece por oposición a todos los demás que tengan el mismo núcleo lexemático. Compárense al respecto los siguientes esquemas sintáctico-semánticos con el sustantivo indicación en posición nuclear:

a) indicación : efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo, de algo (or.) : suceso no comunicativo (que algo sucede), por parte de algo : productor de un efecto
b) indicación : efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo, de algo : objeto no afectado, por parte de algo : productor de un efecto
c) indicación : efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo, de algo (or.) : suceso no comunicativo (que algo sucede), a alguien : afectado, por parte de algo : productor de un efecto
d) indicación : efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo, de algo : objeto no afectado, a alguien :afectado, por parte de algo : productor de un efecto
e) indicación : acción no causativa, de algo : objeto no afectado, por parte de alguien : agente no afectado
f) indicación : acción no causativa, de algo : objeto no afectado, a alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado
g) indicación : acción no causativa, de algo (or.) : suceso no comunicativo (que algo suceda), por parte de alguien : agente no afectado
h) indicación : acción no causativa, de algo (or.) : suceso no comunicativo (que algo suceda), a alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado

y 2) los esquemas sintáctico-semánticos nominales que tienen idéntico núcleo se oponen a todos los demás esquemas sintáctico-semánticos con núcleos lexemáticos distintos, estableciéndose en este caso el significado de cada conjunto por oposición a los demás. En este sentido, pueden confrontarse los esquemas sintáctico-semánticos anteriores con los que tienen como núcleo el sustantivo aproximación:

a) aproximación : acción no causativa, de alguien : agente no afectado, y alguien : agente no afectado, el uno al otro : no afectados (reciprocidad)
b) aproximación : acción no causativa, de alguien : agente no afectado, a algún lugar : adlativo real
c) aproximación : acción no causativa, de alguien : agente no afectado, a alguien : adlativo no real
d) aproximación : efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo, de alguien : afectado, a alguien : afectado adlativo no real, por parte de algo : productor de un efecto
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Por ello, también los significados léxicos de sustantivos formalmente idénticos se diferencian entre sí por ser estos sustantivos núcleos de distintos conjuntos de esquemas sintáctico-semánticos. Sirvan como ejemplos el sustantivo admiración que es análogo semánticamente a los sustantivos estimación, aprecio o consideración y funciona como núcleo de los esquemas sintáctico-semánticos actitudinales no activos admiración : actitud no activa, de alguien: afectado portador de la actitud, por / hacia alguien : objeto de la actitud y admiración : actitud no activa, de alguien : afectado portador de la actitud, por / hacia algo : objeto de la actitud, entre otros, frente al sustantivo admiración que es análogo semánticamente a los sustantivos asombro, sorpresa y estupor y núcleo del esquema sintáctico-semántico actitudinal activo admiración : actitud activa, de alguien : afectado portador de la actitud, por algo : causa de la actitud, así como el sustantivo reflexión que presenta cierta analogía semántica con los sustantivos cavilación, meditación o pensamiento y ocupa la posición nuclear del esquema sintáctico-semántico reflexión : acción no causativa, de algo : objeto no afectado, por parte de alguien : agente no afectado, el cual se distingue del sustantivo reflexión que es análogo semánticamente a reverberación y funciona como núcleo del esquema sintáctico-semántico reflexión : proceso causativo no actitudinal no activo no resultativo, de algo : objeto afectado, en algo : locativo inlativo no real.

Así, el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares puede añadirse al inventario de formas o unidades estáticas, junto a las unidades léxicas, los esquemas sintáctico-semánticos oracionales y las oraciones, ya que, como éstos, constituyen clases finitas de elementos entre los que es posible establecer una paradigmática opositiva, mientras que las construcciones nominales del texto y/o del discurso y las expresiones textuales o enunciados son formas o unidades dinámicas, ya que para su formación ha intervenido libre e intencionalmente el hablante o emisor, el cual realiza las adiciones, omisiones, permutaciones y sustituciones que cree convenientes y necesarias para la construcción del sentido. Podemos, por tanto, afirmar que, al igual que existen unidades estáticas y dinámicas en el nivel oracional -los esquemas sintáctico-semánticos oracionales y las expresiones textuales, respectivamente-, también es posible delimitar entre unidades estáticas y unidades dinámicas en el nivel inferior suboracional: son unidades estáticas suboracionales los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares y son unidades dinámicas las construcciones, sintagmas o grupos de palabras que resultan de las investiduras de éstos.

Sólo llevando a cabo esta delimitación entre dos subniveles de análisis e indagación de las construcciones con sustantivo en posición nuclear -un subnivel abstracto o estático y un subnivel menos abstracto o, lo que es lo mismo, más concreto o dinámico-, podremos establecer en qué consisten, de qué tipo son y qué carácter, opcional u obligatorio, tienen las determinaciones que adjetivos calificativos, oraciones de relativo, sustantivos en aposición, sustantivos yuxtapuestos, complementos preposicionales, etc. ejercen sobre el sustantivo nuclear. Y así, puesto que en ningún esquema sintáctico-semántico con sustantivo en posición nuclear aparecen sustantivos en aposición, sustantivos yuxtapuestos, adjetivos calificativos u oraciones de relativo como determinadores del sustantivo núcleo, ya que ningún sustantivo presenta en el nivel subyacente una relación sintáctico-semántica obligatoria con alguno de estos elementos, es decir, el sustantivo nuclear no exige la presencia de éstos para formar un signo lingüístico con significado suboracional completo, podemos afirmar que adjetivos calificativos, oraciones de relativo, nombres en aposición, nombres yuxtapuestos y todos aquellos elementos denominados tradicionalmente adyacentes naturales del nombre, son, al igual que el artículo, los determinantes y los signos de singularización y presentación, elementos de carácter exclusivamente textual en lo que se refiere a la modificación del sustantivo, es decir, determinadores dinámicos de éste. Los sintagmas preposicionales ejercen también una determinación dinámica o textual del sustantivo nuclear, si bien habría que subrayar el carácter especial de aquellos sintagmas preposicionales que son las investiduras de las variables lingüísticas del esquema, pues la determinación de éstos, aun siendo dinámica, encuentra su correlato en el nivel estático subyacente. Sirvan como ejemplos los esquemas sintáctico-semánticos de los sustantivos miedo y salteador que figuran en la construcción nominal el incomprensible miedo de los salteadores de caminos. Si analizamos estos esquemas suboracionales, que son miedo : actitud no activa, de alguien :afectado portador de la actitud, por / hacia alguien / algo : objeto de la actitud y salteador : agente no afectado, de algo : objeto afectado, se observa que, en el primero, no figura ni el denominado tradicionalmente artículo determinado el ni el adjetivo calificativo incomprensible y que la variable lingüística de alguien : afectado portador de la actitud es la abstracción correspondiente al complemento preposicional de los salteadores de caminos que aparece en la construcción nominal concreta o dinámica, mientras que la variable por / hacia alguien / algo : objeto de la actitud del esquema no ha recibido ninguna investidura en el texto, frente a lo que se deduce del examen del segundo esquema, que sí ha sido investido en su totalidad, ya que la única variable lingüística que lo compone, de algo : objeto afectado, encuentra su correlato en el complemento preposicional de caminos que aparece en el nivel dinámico, aunque tampoco forma parte de este esquema el artículo los, con lo que se corrobora de nuevo que el artículo determinado es determinador dinámico del sustantivo nuclear salteadores.

Asimismo, que las construcciones con sustantivo en posición nuclear se traten en dos niveles lingüísticos de indagación diferentes contribuye a obviar el problema de la ambigüedad de aquellas construcciones que en el nivel concreto o dinámico están formadas por, al menos, un sustantivo nuclear deverbal y un complemento preposicional que, considerada esa construcción fuera del contexto y de la situación comunicativa en la que se emite, puede ser interpretado como "sujeto" o como "objeto" de lo expresado por el sustantivo deverbal nuclear. Nos referimos a las construcciones nominales ambiguas denominadas tradicionalmente de genitivo subjetivo y de genitivo objetivo. En este sentido, cuando se procede al establecimiento de los esquemas sintáctico-semánticos subyacentes a estas construcciones nominales ambiguas se observa que alguna de las variables que configuran el esquema suboracional no ha sido investida en la construcción nominal que aparece en el texto o en el discurso, por lo que la ambigüedad de estas construcciones nominales puede explicarse como resultado de la investidura no total sino parcial (una única variable) del esquema sintáctico-semántico que subyace a cada una de estas construcciones. Para demostrar tal aserto tomemos la construcción ambigua repetida ad infinitum el temor de los enemigos, que tiene el esquema sintáctico-semántico temor : actitud no activa - de alguien : afectado portador de la actitud - por/hacia alguien : objeto de la actitud. El establecimiento del correspondiente esquema suboracional muestra que, si en la construcción nominal el temor de los enemigos, se interpreta el complemento del sustantivo nuclear de los enemigos como "sujeto" del temor, es la variable por/hacia alguien : objeto de la actitud del esquema sintáctico-semántico la que no ha sido investida al insertar este esquema en el nivel concreto o dinámico, mientras que la variable de alguien : afectado portador de la actitud sí ha recibido la investidura. Por el contrario, cuando el complemento de los enemigos es interpretado como "objeto" del temor, es la variable de alguien : afectado portador de la actitud la que ha quedado sin investir en el nivel concreto o dinámico y la variable por/hacia alguien : objeto de la actitud la que ha recibido la investidura (cf. sobre estas construcciones nominales ambiguas Díaz Hormigo 2000).

Igualmente, el establecimiento en el nivel suboracional de las construcciones con sustantivo en posición nuclear de una distinción entre un subnivel de análisis e indagación de las mismas abstracto o estático, que tendría como objeto la determinación, estudio y clasificación de los esquemas sintáctico-semánticos de estas construcciones, y un subnivel concreto o dinámico, en el que se estudiarían estos esquemas en el dinamismo lineal del discurso, puede aportar una solución distinta a los fenómenos de la transitividad e intransitividad suboracionales (cf. en este sentido Díaz Hormigo 1995-96), de los que apenas se hace mención en las diferentes gramáticas y tratados de lingüística, que, por lo general, se caracterizan por aludir sólo a las unidades transitivas de la clase verbo, no tratar el problema de la transitividad en un nivel distinto al oracional y, para afirmar o negar la existencia de ésta, atender meramente a la presencia o ausencia de un objeto directo, lo cual se debe, sin duda, a la interpretación restringida que se le dio al término transitivo en Gramática, ya que, del latín transitivus, derivado del verbo trans-ire "pasar", "ir [de un sitio a otro]", el adjetivo transitivo se empleó para caracterizar exclusivamente al verbo que necesitaba referirse a un objeto o término (persona, animal o cosa) al que dirigir, aplicar o "pasar" su acción.

Esta interpretación trajo como consecuencia, además de las limitaciones ya señaladas, que tradicionalmente 1) se entendiera que sólo los verbos pueden ser o estar semánticamente "incompletos" o "completos", y, en consecuencia, que sólo cabía hablar de verbos transitivos o intransitivos, y 2) se identificara el modelo de la transitividad con el esquema AGENTE-ACCIÓN-PACIENTE.

De este modo se explica que no sean muchos los autores que se refieren al carácter transitivo o intransitivo de las unidades pertenecientes a una categoría lingüística distinta a la del verbo. Sin embargo, si interpretamos el término transitivo en un sentido más amplio que el restringido que se impuso en la tradición gramatical y, en consecuencia, definimos la transitividad como la necesidad, "regencia" o "rección" de un complemento obligatorio por parte de una determinada unidad para la expresión de un significado completo, podremos afirmar que no sólo hay verbos transitivos sino también sustantivos -así como adjetivos y adverbios- que presentan esta propiedad. Ahora bien, es obvio que en la expresión textual el sustantivo puede aparecer sin las determinaciones que le serían necesarias para la manifestación de un significado suboracional completo, pues el contexto referencial o situacional puede contribuir en estos casos a hacer inteligible el mensaje. Confróntese al respecto el distinto comportamiento de los sustantivos constructor y robo en las expresiones El constructor descubrió el robo y El constructor de la finca descubrió el robo de las herramientas, ejemplos que, al igual que otros muchos, nos obligarían a afirmar respecto a los sustantivos, lo mismo establecido tradicionalmente para los verbos: que pueden ser usados transitiva e intransitivamente.

En este sentido, consideramos que sólo estableciendo la delimitación entre dos subniveles de indagación de las construcciones con sustantivo en posición nuclear, el subnivel abstracto o estático y el subnivel concreto o dinámico, podremos distinguir las unidades que, al menos en el nivel estático de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales, implican siempre necesaria y obligatoriamente una relación sintáctica y semántica con otra u otras variables lingüísticas para formar un signo con significado suboracional completo, unidades relacionales, que pueden ser denominadas, con toda propiedad, de acuerdo con nuestra concepción, unidades transitivas, frente a aquellas otras que, en ese nivel abstracto de indagación, no contraen tal relación sintáctico-semántica, ya que por sí mismas forman un signo con significado suboracional completo, y que son, por tanto, no relacionales o intransitivas.

La indagación del nivel suboracional en los términos establecidos nos permite constatar que son transitivos los sustantivos constructor y robo, citados en el ejemplo, ya que son núcleos de los esquemas sintáctico-semánticos no cerovalentes constructor : agente no afectado, de algo : objeto resultativo y robo : acción causativa, de algo : objeto afectado, a alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado, respectivamente, que indican que ambos sustantivos contraen obligatoriamente en el nivel abstracto una relación sintáctica y semántica con al menos una variable lingüística.

El tratamiento enunciado nos permitiría obviar 1) la consideración de que los sustantivos son transitivos o intransitivos según el contexto en el que son empleados, pues, tal como ha quedado demostrado, estas unidades son o transitivas o intransitivas, y 2) la delimitación tradicional establecida respecto a los verbos de que "algunos cambian de significado según estén usados transitiva o intransitivamente", pues cuando nos encontramos que una misma forma es núcleo de dos o más esquemas sintáctico-semánticos distintos debemos cuestionarnos si estos esquemas representan valores diatéticos construccionales diferentes -es decir, si estamos ante esquemas sintáctico-semánticos con un mismo núcleo léxico pero distintas relaciones entre éste y las variables lingüísticas con él relacionadas- o si, por el contrario, estamos ante esquemas con núcleos léxicos distintos. En efecto, tomemos las expresiones Nos sorprendió a todos con la ejecución de una danza que había venido tentándolo desde hacía tiempo y Se arrepintió toda su vida de haber querido presenciar aquella horrenda ejecución. Si procedemos a su análisis, observamos que la forma ejecución es núcleo de los esquemas sintáctico-semánticos ejecución : acción causativa, de algo : objeto resultativo, por parte de alguien : agente no afectado y ejecución : acción causativa, de alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado, respectivamente, y que en el primer caso ejecución es análogo semánticamente a realización, fabricación o elaboración y en el segundo a ajusticiamiento. Pero este cambio de significado de la forma ejecución no es porque el sustantivo esté empleado transitivamente en la primera expresión -en ésta, frente a la segunda, va determinado por el complemento preposicional de una danza que había venido tentándolo desde hacía tiempo- e intransitivamente en la segunda, sino porque estamos ante dos unidades léxicas distintas, ambas transitivas, y cada una de ellas núcleo de un conjunto de diátesis construccionales diferentes.

Por otra parte, pasando ya al tema de las relaciones sintagmáticas que se establecen entre los elementos constitutivos de las construcciones con sustantivo en posición nuclear, la reformulación llevada a cabo por V. Báez San José (1995) de la teoría de N. S. Trubetzkoy (1939) sobre las relaciones sintagmáticas posibles entre los elementos de las cadenas lingüísticas, que, según el lingüista ruso, son la relación determinativa, la relación predicativa y la relación sociativa, reformulación que surge tras la revisión teórico-crítica de la teoría de Trubetzkoy por parte de Báez San José con el objeto de determinar las relaciones sintagmáticas que se instauran en el esquema sintáctico-semántico oracional y en la expresión textual, permite constatar el establecimiento de relaciones sintagmáticas determinativas y, en algunos casos, de relaciones sintagmáticas sociativas entre los diversos constituyentes de las construcciones con sustantivo en posición nuclear.

En efecto, N. S. Trubetzkoy (1939) llega a delimitar la existencia de tres tipos posibles de relaciones sintagmáticas -la relación determinativa, la relación predicativa y la relación sociativa- tras observar que la relación determinado-determinante no define la relación existente entre el sujeto y el predicado de la estructura oracional. En este sentido, el lingüista ruso (op. cit.: 75-76) enumera ejemplos de lenguas de estructuras diferentes que poseen un medio para marcar la relación determinado-determinante distinto al que aplican para marcar la relación entre el sujeto y el predicado, ejemplos que muestran, según este autor, que la relación entre el sujeto y el predicado no es concebida como una relación entre el determinado y el determinante, por lo que es posible distinguir en las lenguas entre, por una parte, los sintagmas determinativos, que son los compuestos de un determinante y un determinado, y, por otra, los sintagmas predicativos, constituidos por un sujeto y un predicado. En este sentido, se establece que la relación determinativa es la que se da entre un elemento o cadena determinante, como, por ejemplo, el objeto directo, el objeto indirecto o cualquiera de las restantes funciones sintagmáticas excepto el sujeto, y otro elemento o cadena determinada, y que la relación predicativa se instaura entre un sujeto y un predicado. La tercera relación sintagmática distinguida por N. S. Trubetzkoy es la representada por los sintagmas sociativos, esto es, por aquellos sintagmas en los que los dos términos se encuentran siempre en una misma relación sintagmática con algún otro elemento del mismo enunciado. Así, se considera que hay relación sociativa entre dos sujetos que tienen un mismo predicado, dos predicados de un mismo sujeto, dos determinantes de un mismo determinado, etc.

La propuesta del lingüista ruso es objeto de las siguientes modificaciones y observaciones por parte de V. Báez San José (1995): 1) la relación de determinación no puede establecerse entre un determinante y un determinado, como señala N. S. Trubetzkoy, ya que si un elemento está determinado no necesita ningún otro elemento que lo determine, esto es, que sea determinante. La relación determinativa se instaura entre un término sin determinación, por tanto, no determinado sino determinando, y un término determinador. De la unión de determinando y determinador resulta lo determinado o definido total, si no necesita más determinaciones, o parcial, si tales determinaciones son necesarias, instaurándose entonces en este último caso relaciones determinativas sucesivas entre el determinado parcial-determinando y el otro u otros determinadores. Por tanto, la teoría de los esquemas sintáctico-semánticos sustituye la terminología determinante-determinado propuesta por el lingüista ruso por la de determinando-elemento que en un determinado nivel de análisis necesita determinación o puede ser determinado- y determinador -elemento que determina al que es susceptible de ser determinado-; 2) los ejemplos aducidos por Trubetzkoy para mostrar que la relación determinativa -la instaurada entre determinante-determinado- es distinta a la relación predicativa -la que se establece entre sujeto-predicado, términos que, por otra parte, no define, pero que parece entender en el sentido de la tradición gramatical- están basados o en el análisis de las relaciones entre las palabras constitutivas de un sintagma, como, por ejemplo, los análisis que se refieren a que, en algunas lenguas, adjetivo, pronombre demostrativo o nombre de número preceden al sustantivo, o en la conexión existente entre una unidad de una clase de palabras concreta y la función sintagmática desempeñada por otra, como, por ejemplo, cuando señala que el objeto directo y el objeto indirecto (funciones sintagmáticas) preceden al verbo (clase de palabras) en ciertas lenguas. Sobre esto, señala V. Báez que no es extraño que en lenguas diferentes la relación sintagmática determinativa se indique en el nivel del grupo de palabras o de la construcción suboracional por medios formales distintos a aquellos que pueden manifestar esta misma relación en el nivel superior de las expresiones oracionales, teniendo en cuenta, además, que Trubetzkoy no define en ningún momento la relación predicativa, sino que simplemente afirma que es una relación distinta a la relación de determinación porque tiene unas marcas distintas, y 3) tanto en el denominado por Trubetzkoy sintagma determinativo como en el llamado sintagma predicativo se instaura una relación que puede definirse en términos de determinando-determinador, si bien habría que subrayar la diferente naturaleza de la misma, pues en el sintagma determinativo la relación determinando-determinador queda establecida, dinámica y estáticamente, en el nivel del grupo de palabras o construcción suboracional, mientras que en el sintagma predicativo esta relación se instaura en el nivel superior de los esquemas sintáctico-semánticos oracionales y las expresiones textuales. En este sentido, con el objeto de especificar el distinto estatuto de la relación determinando-determinador en estos dos niveles de análisis de las lenguas particulares, V. Báez determina que la relación predicativa señalada por N. S. Trubetzkoy puede definirse como un subtipo de relación determinativa que se caracteriza por el establecimiento, a través del núcleo predicativo, de una relación predicativa o existencial entre los elementos determinandos y determinadores de las expresiones y de los esquemas oracionales de las lenguas particulares y la realidad extralingüística.

Por tanto, la reformulación de V. Báez San José a la teoría de N. S. Trubetzkoy (1939) consiste esencialmente en 1) sustituir los términos determinante y determinado por los de determinador y determinando, respectivamente; 2) reducir a dos -determinativa y sociativa- las tres relaciones sintagmáticas señaladas por Trubetzkoy, tras considerar que la predicativa no es más que un subtipo de relación sintagmática determinativa, y 3) definir la relación predicativa como aquélla que se instaura entre los elementos determinandos y los elementos determinadores de los esquemas oracionales / oraciones y de las expresiones textuales y la realidad extralingüística a través del núcleo predicativo.

La aplicación a los esquemas sintáctico-semánticos de las construcciones con sustantivo en posición nuclear de las modificaciones realizadas por V. Báez San José a la teoría propuesta por N. S. Trubetzkoy nos muestra que la relación determinativa se instaura entre el sustantivo núcleo del esquema sintáctico-semántico -determinando 0 o determinando inicial del mismo, pues éste es el elemento que necesita determinación en el nivel abstracto o estático- y las variables lingüísticas integrantes de éste -determinadoras, por tanto, del determinando 0-. De esta relación determinando-determinador resulta lo determinado total o parcialmente. Así, la relación determinativa entre el núcleo del esquema (determinando 0) y la variable que lo determina directamente da como resultado un determinado total si no hacen falta más determinaciones y un determinado parcial-determinando si estas determinaciones son necesarias, instaurándose entonces relaciones determinativas sucesivas entre un determinador indirecto y el determinado parcial-determinando constituido o por el núcleo y el determinador directo o por el núcleo, el determinador directo y el primer determinador indirecto, etc.

Analicemos algunos esquemas sintácticos con sustantivo en posición nuclear como, por ejemplo, a) primo de alguien, b) asesinato de alguien por parte de alguien y c) amor de alguien por/hacia alguien de acuerdo con lo aquí establecido. En el primer esquema, se observa que el sustantivo primo es el determinando inicial que queda completamente determinado por el determinador directo de alguien; en el segundo, el sustantivo deverbal asesinato es el determinando sobre el que incide el determinador directo de alguien, constituyéndose de esta manera un determinado parcial-determinando, asesinato de alguien, que queda totalmente determinado por el determinador por parte de alguien, y, del mismo modo, en el tercer esquema, el sustantivo amor es el determinando sobre el que incide el determinador directo de alguien, resultando un determinado parcial-determinando que queda determinado de manera suficiente por el determinador por/hacia alguien. Las representaciones parentéticas correspondientes a estas relaciones de determinación señaladas son

     a) ((primo) de alguien)
     b) (((asesinato) de alguien) por parte de alguien)
     c) (((amor) de alguien) por/hacia alguien).

     Igualmente, en el nivel concreto o dinámico la relación determinativa se instaura entre el sustantivo núcleo de la construcción -determinando 0 o determinando inicial de la misma, pues éste es el elemento que puede ser determinado en el nivel dinámico- y los demás elementos integrantes de ésta -determinadores, por tanto, del determinando 0-. De este modo, las relaciones de determinación que se establecen entre los elementos constitutivos de, por ejemplo, los construcciones nominales a) los libros rojos, b) el niño pintor y c) los viajeros que vienen de Madrid se representarían parentéticamente:

     a) ((los (libros)) rojos)
     b) ((el (niño)) pintor)
     c) ((los (viajeros)) que vienen de Madrid),

indicándose así que los sustantivos a) libros, b) niño y c) viajeros son los determinandos sobre los que inciden los determinadores directos a) los, b) el y c) los, resultando los determinados parciales-determinandos los libros, el niño y los viajeros, respectivamente, que quedan totalmente determinados por los determinadores a) rojos, b) pintor y c) que vienen de Madrid. Por ello, este acercamiento permite dejar patentes las diferencias significativas existentes entre las determinaciones que, sobre el sustantivo nuclear, ejercen los adjetivos pospuestos, las aposiciones especificativas y las oraciones de relativo especificativas, por una parte, y los adjetivos antepuestos, las aposiciones explicativas y las oraciones de relativo explicativas, diferencias que, desde nuestro punto de vista, consisten en que, en el primer caso, la creación del sentido por parte del hablante es posterior a la referencia [+ conocido] aportada por el artículo, mientras que cuando se trata de adjetivos antepuestos, aposiciones explicativas y oraciones de relativo explicativas, la creación del sentido por parte del hablante es anterior a la referencia [+ conocido] aportada por el artículo, lo cual puede ser ejemplificado con la representación de las relaciones determinativas que se establecen entre los elementos de las construcciones nominales a) las casas blancas, b) el niño poeta y c) los alumnos que estudian inglés respecto a las que se instauran en las construcciones a') las blancas casas, b') el niño, poeta, y c') los alumnos, que estudian inglés, que representamos del modo siguiente valiéndonos de las abreviaturas dndo para el determinando, ddor para el determinador y ddo-dndo para el determinado parcial-determinando:

a) las casas blancas
((lasddor1 (casasdndo0))ddo-dndo1 blancasddor2)

a') las blancas casas

(lasddor2 (blancasddor1 (casasdndo0))ddo-dndo1)

b) el niño poeta

((elddor1 (niñodndo0))ddo-dndo1 poetaddor2)

b') el niño, poeta,

(elddor2 ((niñodndo0), poetaddor1)ddo-dndo1,)

c) los alumnos que estudian inglés

((losddor1 (alumnosdndo0))ddo-dndo que estudian inglésddor2)

c') los alumnos, que estudian inglés,

(losddor2 ((alumnosdndo0), que estudian inglésddor1)ddo-dndo1,)

La relación sociativa se establece en el esquema sintáctico nominal cuando forma parte de éste una variable lingüística coordinada, como se observa, por ejemplo, en los esquemas sintácticos a) matrimonio de alguien y alguien (el uno con el otro), b) sincronización de alguien y alguien (el uno con el otro) para algo y c) aproximación de alguien y alguien (el uno al otro), en los que se da una relación sociativa entre los elementos que, en la representación que exponemos a continuación, separamos con paréntesis dentro de los corchetes:

     a) matrimonio [(de alguien) y (alguien)] el uno con el otro
     b) sincronización [(de alguien) y (alguien)] el uno con el otro para algo
     c) aproximación [(de alguien) y (alguien)] el uno al otro.

Asimismo, en los sintagmas con sustantivo nuclear de un texto hay relación sociativa cuando aparecen coordinados dos determinadores del mismo sustantivo núcleo. Sirvan como ejemplos las construcciones nominales a) un café con leche y sin azúcar, b) los libros rojos y nuevos y c) los viajeros que vienen de Madrid y se bajan en la estación de Sevilla, que se representan, de acuerdo con lo indicado para las construcciones nominales estáticas, del siguiente modo:

     a) un café [(con leche) y (sin azúcar)]
     b) los libros [(rojos) y (nuevos)]
     c) los viajeros [(que vienen de Madrid) y (se bajan en la estación de Sevilla)].

Del mismo modo, para determinar si realmente existe afinidad o equivalencia entre los complementos de un verbo que funciona como núcleo predicativo en una determinada expresión o enunciado y los complementos del sustantivo que es núcleo de una construcción suboracional y que está relacionado formal y semánticamente con ese verbo que actúa como núcleo predicativo -es decir, un sustantivo que presenta un significado léxico común con un verbo de la norma de la lengua y que, por ello, denominaremos sustantivo deverbal-, es necesario establecer previamente, para ulteriormente examinar si existe o no correspondencia sintáctico-semántica entre ellos, tanto los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos deverbales en posición nuclear como los esquemas sintáctico-semánticos oracionales que presentan como núcleo predicativo el verbo relacionado formal y semánticamente con el sustantivo que es núcleo de la construcción suboracional.

En este sentido, podemos afirmar que, hasta donde llega nuestra indagación, se observa que en todos los casos se establece una correspondencia sintáctica y semántica -es decir, el mismo número de variables lingüísticas e idéntico carácter sintáctico-semántico de estas variables- entre esquema oracional y esquema suboracional de construcción con sustantivo deverbal nuclear, aunque las variables lingüísticas suelen presentar distinta forma en el esquema oracional y en el esquema suboracional, ya que en el esquema suboracional están siempre precedidas de alguna preposición. Para demostrar tal aserto citamos el esquema sintáctico-semántico nominal preocupación : actitud activa, de alguien : afectado portador de la actitud, por algo : finalidad intrínseca y el respectivo esquema sintáctico-semántico oracional alguien : afectado portador de la actitud, se preocupa : proceso no causativo actitudinal activo, por algo : finalidad intrínseca, lo que nos permite confirmar que, efectivamente, esquema suboracional y esquema oracional se corresponden sintáctica y semánticamente.

Ahora bien, es obligado señalar que no todos los esquemas con sustantivos nucleares deverbales guardan relación con un mismo y único esquema oracional, ya que determinados esquemas suboracionales están relacionados sólo semánticamente con la diátesis construccional activa del verbo núcleo predicativo correspondiente y sólo sintácticamente con la diátesis construccional pasiva, si bien esto es sólo porque la marca semántica del sustantivo núcleo del esquema nominal se relaciona con la marca del verbo que es núcleo predicativo del esquema oracional activo y no con la marca semántica del verbo que es núcleo predicativo del esquema oracional pasivo, mientras que las variables lingüísticas presentan en todos los casos, esquema suboracional y diátesis oracionales activa y pasiva, las mismas marcas semánticas, por lo que podemos afirmar que, aunque la relación sea con dos diátesis construccionales diferentes, existe una correspondencia sintáctica y semántica entre las variables lingüísticas determinadoras del sustantivo deverbal núcleo del esquema sintáctico-semántico y las que configuran las dos diátesis oracionales, activa y pasiva, que tienen como núcleo predicativo el verbo con el que aquel sustantivo está relacionado, a diferencia del sustantivo deverbal nuclear, que guarda relación, al menos en lo que se refiere a la marca semántica, únicamente con el verbo núcleo predicativo del esquema oracional activo. Así, por ejemplo, el esquema nominal persecución : acción no causativa, de alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado se corresponde semánticamente con el esquema oracional activo alguien : agente no afectado, persigue : acción no causativa, a alguien : afectado y sintácticamente con el esquema oracional pasivo alguien : afectado, es perseguido : proceso no causativo no actitudinal agentivo, por parte de alguien : agente no afectado.

No obstante, a tales consideraciones habría que añadir que procedimos igualmente a investigar si era posible constatar también la existencia de esta correspondencia sintáctico-semántica entre esquema suboracional y esquema oracional en aquellos casos en los que el sustantivo núcleo del esquema suboracional, aunque está relacionado semánticamente con un verbo, no presenta un significado léxico común con éste, concretamente, nos centramos en la comparación de, por una parte, determinados esquemas oracionales con esquemas sintáctico-semánticos suboracionales que tienen como núcleo un sustantivo perteneciente al grupo de los denominados tradicionalmente nombres de agente y, por otra, en la comparación de esquemas oracionales con esquemas sintáctico-semánticos suboracionales que presentan en posición nuclear un sustantivo con un significado no de acción, efecto, actitud, etc., sino, por el contrario, un significado más concreto, que, en la mayoría de los casos, es resultado de haberse producido en estas formaciones deverbales lo que determinados autores denominan una diferenciación semántica, esto es, han llegado a adquirir un sentido especializado.

Respecto a los primeros, comprobamos que los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares deverbales que son nombres de agente no manifiestan una identidad o correspondencia total con los respectivos esquemas oracionales, ya que el sustantivo nuclear nombre de agente expresa el contenido tanto de acción como de agente, por lo que el esquema suboracional presenta, en todos los casos examinados, una variable lingüística menos que el esquema oracional, más específicamente, el esquema suboracional no presenta ninguna variable lingüística con la marca semántica agente puesto que el sustantivo deverbal núcleo del esquema ya incluye este contenido. Sirva como ejemplo de lo que afirmamos el esquema sintáctico-semántico del sustantivo deverbal agresor, que es agresor : agente no afectado, de alguien / algo : afectado / objeto afectado y que tiene una variable lingüística menos que el esquema oracional con el que presenta conexión, que es alguien : agente no afectado, agrede : acción causativa, a alguien / algo : afectado / objeto afectado.

Y tampoco presentan correspondencia sintáctico-semántica con los respectivos esquemas oracionales los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales que tienen en posición nuclear un sustantivo con un sentido especializado, si bien es posible distinguir en el conjunto de estos sustantivos entre aquéllos que son núcleos de esquemas sintáctico-semánticos no cerovalentes, esto es, que incluyen al menos una variable lingüística determinadora -por tanto, son sustantivos relacionales-, y los que son núcleos de esquemas sintáctico-semánticos cerovalentes, es decir, sin ninguna variable lingüística determinadora -sustantivos no relacionales-. Pertenecen al primer grupo, entre otros, los sustantivos fracción y ración, y al segundo canción y tripulación.

Del mismo modo, intentamos comprobar si se establecía una correspondencia sintáctica y semántica entre los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionados, al menos semánticamente, con adjetivos, adverbios y sustantivos -esto es, esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos deadjetivales, deadverbiales y desustantivales en posición nuclear- y los esquemas sintáctico-semánticos oracionales en los que figura como atributo o complemento predicativo el adjetivo, el adverbio o el sustantivo que presenta relación con los sustantivos núcleos de las construcciones suboracionales.

En este sentido, hemos podido constatar la existencia, en todos los casos examinados, de una correspondencia sintáctico-semántica entre esquema oracional y esquema suboracional con sustantivo deadjetival o sustantivo deadverbial en posición nuclear. Citamos como ejemplos 1) el esquema sintáctico-semántico suboracional del sustantivo deadjetival conformidad, que es conformidad : actitud no activa caracterización resultativa, de alguien : afectado portador de la actitud caracterizado, con / respecto a algo : objeto de la actitud, pues presenta correspondencia sintáctico-semántica con el esquema oracional alguien : afectado portador de la actitud caracterizado, está : caracterización resultativa, conforme : característica, con / respecto a algo : objeto de la actitud, y 2) el esquema sintáctico-semántico suboracional del sustantivo deadverbial cercanía, que es cercanía : caracterización resultativa, de algo : objeto caracterizado, respecto a algún lugar : adlativo real y se relaciona con el esquema oracional algo : objeto caracterizado, está : caracterización resultativa, cerca : característica, de algún lugar : adlativo real. Por tanto, frente a lo observado en el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares deverbales, en las subclases de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares deadjetivales y sustantivos nucleares deadverbiales no ha sido posible establecer delimitaciones, ya que todos estos esquemas sintáctico-semánticos suboracionales presentan, como se ha dicho, una correspondencia sintáctico-semántica con los esquemas oracionales respectivos.

Respecto a los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos desustantivales en posición nuclear, sólo hemos podido constatar la existencia de correspondencia sintáctico-semántica con los respectivos esquemas oracionales en el conjunto de los esquemas suboracionales que son bivalentes, como es el caso de, por ejemplo, los esquemas suboracionales con el sustantivo enemistad en posición nuclear, bivalente porque toda enemistad es de alguien con alguien o entre alguien y alguien, esquemas suboracionales que se corresponden con los esquemas oracionales en los que el sustantivo enemigo aparece como atributo o complemento predicativo, que es la función que desempeña en los esquemas sintácticos alguien es enemigo de alguien o alguien y alguien son enemigos (el uno del otro).

Criterios para la clasificación de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos en posición nuclear

De la afirmación expuesta en párrafos anteriores respecto a que los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivo en posición nuclear -formas o unidades estáticas, frente a las construcciones nominales del texto o discurso, que son formas o unidades dinámicas- constituyen clases finitas de elementos, puesto que el número de los sustantivos de cada lengua particular y el de las variables lingüísticas que intervienen en la constitución de estos esquemas sintáctico-semánticos suboracionales es limitado, se infiere que, desde nuestro punto de vista, sólo a partir de la determinación de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales subyacentes a las construcciones con sustantivo en posición nuclear del texto y/o del discurso podremos llegar al establecimiento de la paradigmática opositiva de las construcciones nominales de una determinada lengua histórica.

En efecto, únicamente la constitución de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivo como núcleo nos permite constatar, por ejemplo, la existencia de esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales y esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales. En este sentido, consideramos que uno de los criterios, el primero, que ha de tenerse en cuenta para la clasificación de estos esquemas suboracionales -clasificación que sintetizaremos una vez establecidos los criterios- debe estar referido al posible carácter relacional o no relacional del sustantivo que es núcleo de ese esquema sintáctico-semántico suboracional, es decir, ha de determinarse si en el nivel abstracto de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales el sustantivo nuclear implica o no una relación sintáctica y semántica con otra u otras variables lingüísticas, pues sólo así podremos establecer una división entre esquemas sintáctico-semánticos no cerovalentes, esto es, constituidos, además de por el sustantivo nuclear, por una o varias variables lingüísticas determinadoras del núcleo -por tanto, con sustantivo nuclear relacional-, y esquemas sintáctico-semánticos cerovalentes, es decir, sin ninguna variable lingüística determinadora o, lo que es lo mismo, con sustantivo nuclear no relacional. En este sentido, si analizamos los esquemas sintácticos de los sustantivos asesinato, belleza, lluvia y mesa, por ejemplo, observamos que en el establecimiento de los dos primeros han intervenido variables determinadoras -todo asesinato es de alguien y realizado por parte de alguien y la belleza es siempre de un alguien o de un algo, por lo que los esquemas sintácticos de los que estos sustantivos son núcleos son asesinato de alguien por parte de alguien y belleza de alguien / algo-, frente a los esquemas de los sustantivos lluvia y mesa, en los que no aparece ninguna variable lingüística, pues estos sustantivos no necesitan determinación para formar un signo lingüístico con significado suboracional completo. Por tanto, los esquemas sintáctico-semánticos de los sustantivos asesinato y belleza son no cerovalentes, pues los sustantivos nucleares son relacionales, mientras que los esquemas de los sustantivos lluvia y mesa son cerovalentes, ya que estos sustantivos son no relacionales.

Asimismo, tanto en el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales como en el de los esquemas con sustantivos no relacionales en posición nuclear es posible establecer divisiones examinando si, desde el punto de vista sincrónico, el sustantivo nuclear presenta o no una conexión formal y semántica con una unidad de la misma clase de palabras o de otra. En este sentido, podemos distinguir esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares que, desde una perspectiva exclusivamente sincrónica, presentan una conexión formal y semántica con una palabra de la misma categoría o de otra y esquemas con sustantivos nucleares que no presentan conexión con otra unidad. La aplicación estricta de este criterio permite delimitar ulteriormente, en el grupo de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados con otra unidad de la misma categoría o de otra entre 1) esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados formal y semánticamente con un verbo, por tanto, con sustantivos nucleares deverbales; 2) esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados formal y semánticamente con un sustantivo, es decir, con sustantivos nucleares desustantivales; 3) esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados formal y semánticamente con un adjetivo, esto es, con sustantivos nucleares deadjetivales, y 4) esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados formal y semánticamente con un adverbio, o sea, con sustantivos nucleares deadverbiales.

A su vez, cada uno de estos subgrupos de esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos conexionados con otra unidad puede ser subdividido.

Así, en el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos deverbales nucleares, uno de los criterios que puede emplearse para la clasificación de estos esquemas suboracionales se refiere a si se establece o no una correspondencia sintáctico-semántica, y, en el caso de que se dé, si esta correspondencia es total o parcial, entre el esquema suboracional con sustantivo nuclear conexionado formal y semánticamente con un verbo y el esquema sintáctico-semántico oracional del que es núcleo predicativo el verbo conexionado formal y semánticamente con el sustantivo nuclear del esquema suboracional. De acuerdo con este criterio, diferenciamos en el conjunto de los esquemas con sustantivos relacionales conexionados formal y semánticamente con un verbo, entre, por ejemplo, el esquema sintáctico-semántico del sustantivo preocupación, ya citado anteriormente, que, como demostramos, sí presenta correspondencia con un esquema sintáctico-semántico oracional, y el esquema suboracional del sustantivo fracción, que, por presentar en posición nuclear un sustantivo con significado concreto, aunque se trata de un sustantivo relacional y el esquema sintáctico-semántico es, por tanto, no cerovalente (fracción de algo), no presenta correspondencia con ningún esquema oracional que tenga como núcleo predicativo el verbo fraccionar, frente a lo que sucede con el esquema sintáctico-semántico del sustantivo deverbal fraccionamiento. Del mismo modo, podemos dividir también el grupo de los esquemas con sustantivos no relacionales conexionados formal y semánticamente con un verbo en esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con correspondencia con esquemas oracionales, como, por ejemplo, el del sustantivo lluvia, y esquemas sintáctico-semánticos suboracionales sin correspondencia con esquemas oracionales, grupo en el que se incluye, entre otros, el esquema del sustantivo canción.

Ahora bien, en el subconjunto de los esquemas suboracionales con sustantivos relacionales deverbales que presentan correspondencia sintáctica y semántica con un esquema oracional, distinguimos, como ya hemos enunciado, 1) por una parte, los esquemas suboracionales que presentan una correspondencia total (el mismo número de variables lingüísticas, aunque no con la misma forma, e idéntico carácter sintáctico-semántico) con el esquema en el que figura como núcleo predicativo el verbo con el que el sustantivo está relacionado. Sirva como ejemplo el esquema suboracional del sustantivo preocupación, y 2) por otra, los esquemas que presentan una correspondencia parcial (distinto número de variables lingüísticas y diferente carácter sintáctico-semántico) con un esquema oracional, conformando este apartado los esquemas que presentan en posición nuclear alguno de los denominados tradicionalmente nombres de agente, pues, como hemos demostrado, si determinamos el esquema sintáctico-semántico de cada uno de estos nombres y lo comparamos con el que tiene como núcleo predicativo el verbo con el que el nombre de agente está relacionado, observamos en todos los casos la reducción de una variable lingüística del esquema del grupo de palabras respecto a las que figuran en el esquema oracional, resultando ser esta variable reducida siempre la correspondiente a la variable lingüística alguien : agente, que queda subsumida en el nombre de agente que es núcleo del grupo de palabras. Compárese al respecto el esquema sintáctico-semántico suboracional del sustantivo agresor con su respectivo correlato oracional, citados ambos en párrafos anteriores.

Subdivisiones distintas son posibles en el grupo de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares conexionados formal y semánticamente, desde el punto de vista sincrónico, con otro sustantivo, es decir, esquemas con sustantivos nucleares desustantivales, clase a la que pertenecen los esquemas suboracionales con los sustantivos madrina, hermanastro, enemistad, perrera y telefonista, relacionados, respectivamente, con los sustantivos madre, hermana, enemigo, perro y teléfono.

Por una parte, los esquemas suboracionales de este conjunto que tienen como núcleo un sustantivo relacional y son monovalentes pueden ser separados atendiendo al criterio de si les corresponde o no un esquema sintáctico-semántico suboracional que presente en posición nuclear el sustantivo inverso relacional, el cual estará conexionado también formal y semánticamente con un sustantivo, esto es, el sustantivo inverso relacional es también un sustantivo desustantival. Tal delimitación separa los esquemas sintáctico-semánticos de los dos sustantivos relacionales y núcleos de esquemas monovalentes citados, madrina y hermanastro, pues, si para el esquema que presenta como núcleo al sustantivo madrina sí existe un esquema suboracional con el sustantivo inverso relacional desustantival, que es ahijado, de tal manera que madrina (A) de alguien (B) ahijado (B) de alguien (A), para el esquema con el sustantivo hermanastro como núcleo esto no se cumple, ya que no es posible establecer ninguna correspondencia, pues hermanastro (A) de alguien (B) también hermanastro (B) de alguien (A). Por ello, el esquema con el sustantivo hermanastro en posición nuclear es incluido en el grupo de los esquemas con sustantivos nucleares sin términos inversos relacionales desustantivales, ya que los sustantivos nucleares de estos esquemas son términos simétricos relacionales conexionados con un sustantivo.

Tal delimitación no es posible ni en el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales desustantivales que no son monovalentes como, por ejemplo, los esquemas suboracionales del sustantivo enemistad, a los que ya hicimos referencia pues presentan correspondencia con esquemas oracionales, ni en el conjunto de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales desustantivales, como los de los sustantivos perrera y telefonista, que no se corresponden con ningún otro esquema ni suboracional ni oracional.

También en el grupo de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales deadjetivales podemos establecer divisiones atendiendo al número de variables lingüísticas constituidoras de estos esquemas. Este criterio nos permite diferenciar los esquemas monovalentes, esto es, con sólo una variable lingüística determinadora, de los bivalentes, que son los que presentan una segunda variable lingüística.

A su vez, en el conjunto de los esquemas suboracionales monovalentes podemos diferenciar, atendiendo a si responden o no a la pregunta "¿Cómo está X (1ª variable)?", entre esquemas de caracterización resultativa y esquemas de caracterización no resultativa. Se incluyen en el primer grupo los esquemas sintáctico-semánticos de los sustantivos deadjetivales elegancia y soledad, que son, respectivamente, elegancia : caracterización resultativa, de alguien : caracterizado, con correspondencia con el esquema oracional alguien : caracterizado, está : caracterización resultativa, elegante : característica, y soledad : caracterización resultativa, de alguien : caracterizado, relacionado con alguien : caracterizado, está : caracterización resultativa, solo : característica, mientras que es un esquema sintáctico-semántico de caracterización no resultativa el que, por ejemplo, tiene en posición nuclear al sustantivo deadjetival gratuidad, pues éste, que es gratuidad : caracterización no resultativa, de algo : objeto caracterizado y está relacionado con el oracional algo : objeto caracterizado, es : caracterización no resultativa, gratuito : característica, no responde a *"¿Cómo está X (1ª variable)?" sino a "¿Cómo es X (1ª variable)?". Ahora bien, en el subconjunto de los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales de caracterización resultativa podemos distinguir entre aquéllos que están relacionados con otros esquemas o diátesis de caracterización no resultativa, como, por ejemplo, el del sustantivo deadjetival elegancia, ya que éste puede ser núcleo también de una diátesis construccional que responde a "¿Cómo es X (1ª variable)?", en concreto, del esquema elegancia : caracterización no resultativa, de alguien : caracterizado, con correspondencia con el esquema oracional alguien : caracterizado, es : caracterización no resultativa, elegante : característica, frente a aquéllos que no están relacionados con esquemas de caracterización no resultativa, como el del sustantivo soledad, ya citado, pues ninguna diátesis de este sustantivo deadjetival responde a *"¿Cómo es X (1ª variable)?".

A diferencia de éstos, los esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos relacionales deadjetivales en posición nuclear que son bivalentes pueden ser divididos en esquemas actitudinales, que son aquéllos que responden a la pregunta "¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?", grupo en el que se incluiría el esquema del sustantivo deadjetival conformidad, anteriormente citado, y esquemas no actitudinales, esto es, que no responden a *"¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?", como, por ejemplo, el del sustantivo semejanza, que se configura como semejanza : caracterización no resultativa, de alguien / algo : caracterizado / objeto caracterizado, con alguien / algo : no afectado / objeto no afectado, con correspondencia con el oracional alguien / algo : caracterizado / objeto caracterizado, es : caracterización no resultativa, semejante : característica, a alguien / algo : no afectado / objeto no afectado. Por otra parte, en el grupo de los actitudinales, diferenciamos esquemas de caracterización resultativa, pues responden también a "¿Cómo está X (1ª variable)?", como, por ejemplo, el citado del sustantivo conformidad, y esquemas actitudinales de caracterización no resultativa, ya que el esquema sintáctico responde a la prueba semántica "¿Cómo es X (1ª variable)?", pero no a *"¿Cómo está X (1ª variable)?", incluyéndose en este último subconjunto el esquema sintáctico-semántico suboracional del sustantivo beligerancia, que es beligerancia : actitud no activa caracterización no resultativa, de alguien : afectado portador de la actitud caracterizado, con / respecto a algo : objeto de la actitud y que se corresponde con la diátesis oracional alguien : afectado portador de la actitud caracterizado, es : caracterización no resultativa, beligerante : característica, con / respecto a algo : objeto de la actitud.

Otro de los grupos de esquemas sintáctico-semánticos suboracionales delimitados fue el de los esquemas con sustantivos relacionales no relacionados formal y semánticamente con otra unidad, por tanto, con sustantivos nucleares meramente relacionales. Uno de los criterios que nos permite establecer divisiones en este conjunto es el referente al distinto número de variables lingüísticas constituidoras de cada uno de estos esquemas suboracionales, pues, de este modo, diferenciamos entre 1) esquemas sintáctico-semánticos monovalentes, como, por ejemplo, el del sustantivo maestro, que implica sólo la presencia de la variable lingüística de alguien; 2) esquemas bivalentes, esto es, con dos variables lingüísticas determinadoras, como se observa en el esquema del sustantivo no relacional miedo, que es miedo : actitud no activa, de alguien : afectado portador de la actitud, por / hacia alguien / algo : objeto de la actitud, y 3) esquemas trivalentes, como el del sustantivo estatua, que tiene tres variables, ya que toda estatua es de alguien o de algo, está hecha por alguien y pertenece a alguien.

Pero también el conjunto de los esquemas monovalentes y bivalentes con sustantivos relacionales nucleares no conexionados formal y semánticamente con otra unidad puede ser ulteriormente dividido de acuerdo con otros criterios.

En efecto, en el subconjunto de los esquemas sintáctico-semánticos monovalentes podemos distinguir entre 1) los esquemas sintáctico-semánticos que presentan en posición nuclear un sustantivo que incluye la marca de "parte de un todo", animado -por ejemplo, el esquema del sustantivo brazo- o no -el esquema del sustantivo tejado-; 2) los esquemas sintáctico-semánticos que presentan en posición nuclear un sustantivo que denota "precio", "tamaño", "peso", "cantidad", etc., grupo en el que se incluyen los esquemas de los sustantivos kilo, metro, precio, litro, y 3) los esquemas sintáctico-semánticos que presentan en posición nuclear sustantivos que en su definición semántica implican las marcas de "vínculos y relaciones interpersonales", donde se engloban los términos de parentesco. A su vez, los esquemas de este tercer grupo pueden ser subdivididos según si existe o no un esquema con el sustantivo inverso relacional correspondiente en posición nuclear, lo que implica que se incluyan en grupos diferentes el esquema de, por ejemplo, el sustantivo maestro, para el que sí existe un esquema con término inverso relacional nuclear, ya que maestro (A) : caracterización no resultativa, de alguien (B) : caracterizado discípulo (B) : caracterización no resultativa, de alguien (A) : caracterizado, y el esquema del sustantivo vecino, pues para éste no existe un esquema con término inverso relacional, puesto que vecino (A) : caracterización no resultativa, de alguien (B) : caracterizado vecino (B) : caracterización no resultativa, de alguien (A) : caracterizado, es decir, este esquema presenta en posición nuclear un término simétrico relacional.

Frente a éstos, en el grupo de los esquemas bivalentes con sustantivos relacionales nucleares no relacionados formal y semánticamente con otra unidad, distinguimos esquemas actitudinales, como es el caso de, por ejemplo, el del sustantivo miedo, citado anteriormente, ya que responde a "¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?", y esquemas activos, pues responden a "¿Qué hace X (1ª variable)?" o a "¿Qué hace Y (2ª variable)?", subgrupo en el que se incluye el esquema sintáctico-semántico del sustantivo parricidio, que es parricidio : acción causativa, de alguien : afectado, por parte de alguien : agente no afectado.

De los criterios aplicados resulta la siguiente clasificación general de los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivo en posición nuclear:

-Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales

--Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con otra unidad

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con un verbo

----Esquemas nominales con correspondencia con esquemas oracionales

-----Esquemas nominales con correspondencia total con esquemas oracionales
                        Ejemplo: preocupación

-----Esquemas nominales con correspondencia parcial con esquemas oracionales
                        Ejemplo: agresor

----Esquemas nominales sin correspondencia con esquemas oracionales
                        Ejemplo: fracción

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con un sustantivo

----Esquemas sintáctico-semánticos monovalentes

-----Esquemas con sustantivo nuclear con término inverso relacional desustantival
                        Ejemplo: madrina

-----Esquemas con sustantivo nuclear con término simétrico relacional desustantival
                        Ejemplo: hermanastro

----Esquemas sintáctico-semánticos bivalentes
                        Ejemplo: enemistad

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con un adjetivo

----Esquemas sintáctico-semánticos monovalentes

-----Esquemas sintáctico-semánticos de caracterización resultativa ("¿Cómo está X?")

------Relacionados con esquemas de caracterización no resultativa ("¿Cómo es X?")
                        Ejemplo: elegancia

------No relacionados con esquemas de caracterización no resultativa ("*¿Cómo es X?")
                        Ejemplo: soledad

-----Esquemas sintáctico-semánticos de caracterización no resultativa ("¿Cómo es X?", "*¿Cómo está X?")
                        Ejemplo: gratuidad

----Esquemas sintáctico-semánticos bivalentes

-----Esquemas sintáctico-semánticos actitudinales ("¿Qué actitud muestra X respecto a Y?")

------Esquemas sintáctico-semánticos de caracterización resultativa ("¿Cómo está X?")
                        Ejemplo: conformidad

------Esquemas sintáctico-semánticos de caracterización no resultativa ("¿Cómo es X?", *"¿Cómo está X?")
                        Ejemplo: beligerancia

-----Esquemas sintáctico-semánticos no actitudinales (*"¿Qué actitud muestra X respecto a Y?")
                        Ejemplo: semejanza

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con un adverbio
                        Ejemplo: cercanía

--Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales no conexionados formal y semánticamente con otra unidad

---Esquemas sintáctico-semánticos monovalentes

----Esquemas con sustantivo nuclear con la marca "parte de un todo" (animado o inanimado)
                        Ejemplos: brazo, tejado

----Esquemas con sustantivo nuclear con la marca de "precio", "tamaño", "peso" o "cantidad"
                        Ejemplo: kilo

----Esquemas con sustantivo nuclear con las marcas de "vínculos y relaciones interpersonales"

-----Esquemas con sustantivo nuclear con término inverso relacional desustantival
                        Ejemplo: maestro

-----Esquemas con sustantivo nuclear con término simétrico relacional desustantival
                       Ejemplo: vecino

---Esquemas sintáctico-semánticos bivalentes

-----Esquemas sintáctico-semánticos actitudinales ("¿Qué actitud muestra X respecto a Y?")
                        Ejemplo: miedo

-----Esquemas sintáctico-semánticos activos ("¿Qué hace Y?")
                        Ejemplo: parricidio

---Esquemas sintáctico-semánticos trivalentes
                        Ejemplo: estatua

-Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales

--Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales conexionados formal y semánticamente con otra unidad

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales conexionados formal y semánticamente con un verbo

----Esquemas nominales con correspondencia con esquemas oracionales
                        Ejemplo: lluvia

----Esquemas nominales sin correspondencia con esquemas oracionales
                        Ejemplo: canción

---Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales conexionados formal y semánticamente con un sustantivo
                        Ejemplos: perrera, telefonista

--Esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares no relacionales no conexionados formal y semánticamente con otra unidad
                        Ejemplo: gato

Es obvio que pueden establecerse otras subclases en cada uno de los conjuntos de sustantivos previamente distinguidos mediante la aplicación de diferentes criterios como, por ejemplo, a) el número de variables lingüísticas que configuran los esquemas sintáctico-semánticos con sustantivos nucleares relacionales. De este modo, podemos delimitar esquemas sintáctico-semánticos suboracionales con sustantivos deverbales monovalentes (muerte de alguien), bivalentes (asesinato de alguien por parte de alguien), trivalentes (felicitación, pues toda felicitación es de alguien a alguien por algo), etc.; b) la relación que un esquema sintáctico-semántico suboracional con sustantivo nuclear presenta con otros esquemas sintáctico-semánticos suboracionales que tienen en posición nuclear al mismo sustantivo, y c) las características semánticas de los sustantivos núcleos de los esquemas.

Apéndice: Relación alfabética de las marcas y pruebas semánticas usadas para la determinación de los esquemas semánticos

Acción causativa: Marca semántica del núcleo del esquema que responde a la pregunta "¿Qué hace X (1ª variable)?", "¿Qué hace Y (2ª variable)?" o "¿Qué hace Z (3ª variable)?" y a la pregunta "¿Qué efecto se produce por la acción?".

Acción no causativa: Marca semántica del núcleo del esquema que responde a la pregunta "¿Qué hace X (1ª variable)?", "¿Qué hace Y (2ª variable)?" o "¿Qué hace Z (3ª variable)?", pero no a *"¿Qué efecto se produce por la acción?".

Actitud activa: Marca semántica del sustantivo núcleo que responde a las preguntas "¿Qué actitud muestra X (1ª variable)?" o "¿Qué actitud muestra X respecto a Y (2ª variable)?" y "¿Qué hace X?".

Actitud no activa:  Marca semántica del sustantivo núcleo que responde a la pregunta "¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?" pero no a *"¿Qué hace X?".

Actitud no activa caracterización resultativa: Marca semántica del sustantivo núcleo del esquema que sí responde a las preguntas "¿Qué actitud muestra Y (2ª variable) respecto a X (1ª variable)?" y "¿Cómo está X respecto a Y?, pero no a *"¿Qué hace X?".

Actitud no activa caracterización no resultativa: Marca semántica del sustantivo núcleo del esquema que sí responde a las preguntas "¿Qué actitud muestra Y (2ª variable) respecto a X (1ª variable)?", "¿Cómo es X respecto a Y?", pero no a *"¿Cómo está X respecto a Y?" y *"¿Qué hace X?".

Adlativo no real: Marca semántica de la variable lingüística alguien (Y (2ª variable)) que responde afirmativamente a la pregunta "¿Indica Y la referencia espacial 'a quién / a qué' de la acción?" y, por tanto, afirmativamente a "¿Indica Y la referencia espacial de la acción?" y negativamente a *"¿Indica Y lugar real?".

Adlativo real: Marca semántica de la variable lingüística algún lugar (Y (2ª variable)) que responde afirmativamente a la pregunta "¿Indica Y la referencia espacial 'lugar a dónde' de la acción?" y, por tanto, afirmativamente a las preguntas "¿Indica Y la referencia espacial de la acción?" e "¿Indica Y lugar real?".

Afectado: Marca semántica de la variable lingüística alguien (X (1ª variable) o Y (2ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué le pasa a X?" o "¿Qué le pasa a Y?".

Afectado adlativo no real: Marca semántica de la variable lingüística alguien (Y (2ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué le pasa a Y?" y que responde afirmativamente a la pregunta "¿Indica Y la referencia espacial 'a quién' de la producción del efecto?" y, por tanto, afirmativamente a la pregunta "¿Indica Y la referencia espacial de la producción del efecto?" y negativamente a *"¿Indica Y lugar real?".

Afectado portador de la actitud: Marca semántica de la variable lingüística alguien (X (1ª variable)) de la que se pueden formular las preguntas "¿Qué le pasa a X?" y "¿Qué actitud muestra X?" o "¿Qué actitud muestra X respecto a Y (2ª variable)?".

Afectado portador de la actitud caracterizado: Marca semántica de la variable lingüística alguien (X (1ª variable)) de la que se pueden formular las preguntas "¿Qué le pasa a X?", "¿Qué actitud muestra X respecto a Y (2ª variable)?" y "¿Qué característica tiene X?".

Agente no afectado: Marca semántica del núcleo del esquema que designa al realizador de una acción de la que no resulta afectado y de la variable alguien (X (1ª variable), Y (2ª variable) o Z (3ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué hace X?", "¿Qué hace Y?" o "¿Qué hace Z?", pero no *"¿Qué le pasa a X?", *"¿Qué le pasa a Y?" o *"¿Qué le pasa a Z?".

Característica: Marca semántica de la variable lingüística atributo (Y) de la que se puede formular la pregunta "¿Es Y característica de X (1ª variable)?".

Caracterización no resultativa: Marca semántica del núcleo del esquema que no responde a las preguntas *"¿Cómo es X (1ª variable)?" o *"¿Cómo es Y (2ª variable)?", ni a *"¿Cómo está X?" o *"¿Cómo está Y?", pero sí a "¿Qué característica tiene X?" o a "¿Qué característica tiene Y?".

Caracterización resultativa: Marca semántica del núcleo del esquema que no responde a la pregunta *"¿Cómo es X (1ª variable)?", pero sí a "¿Cómo está X?".

Caracterizado: Marca semántica de la variable lingüística alguien (X (1ª variable) o Y (2ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué característica tiene X?" o "¿Qué característica tiene Y?".

Causa de la actitud: Marca semántica de la variable lingüística algo que responde a la pregunta "¿Qué es lo que causa la actitud de X (1ª variable)?".

Efecto producido por un proceso causativo no activo no resultativo: Marca semántica del sustantivo núcleo del esquema que sí responde a la pregunta "¿Qué efecto se produce por el proceso?" pero no a *"¿Qué se hace?" y *"¿Qué efecto resulta del proceso?".

Finalidad intrínseca: Marca semántica de la variable lingüística algo que indica el 'a qué / para qué' de la actitud de X (1ª variable) y que es obligatoria para la constitución de un esquema sintáctico-semántico, que admite otra u otras variables no obligatorias (extrínsecas) que indican finalidad.

Locativo inlativo no real: Marca semántica de la variable lingüística algo (Y (2ª variable)) que responde afirmativamente a las preguntas "¿Indica Y la referencia espacial 'en quién' / 'en qué' del proceso?" y, por tanto, afirmativamente a la pregunta "¿Indica Y la referencia espacial del proceso?" y negativamente a "¿Indica Y lugar real?".

No afectados (reciprocidad): Marca semántica de la variable lingüística el uno al otro (Xa y Xn) que forma parte de la variable lingüística compleja alguien y alguien (el uno al otro) y de la que no se puede formular la pregunta "¿Qué les pasa a Xa y a Xn?".

Objeto afectado: Marca semántica de la variable algo (X (1ª variable) o Y (2ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué le pasa a X?" o "¿Qué le pasa a Y?".

Objeto caracterizado: Marca semántica de la variable lingüística algo (X (1ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué característica tiene X?".

Objeto de la actitud: Marca semántica de la variable lingüística alguien o algo que responde a la pregunta "¿Cuál es el objeto de la actitud de X (1ª variable)?".

Objeto no afectado: Marca semántica de la variable algo (X (1ª variable)) de la que no se puede formular la pregunta *"¿Qué le pasa a X?".

Objeto resultativo: Marca semántica de la variable algo (X (1ª variable) o Y (2ª variable)) que responde a la pregunta "¿Qué entidad / objeto resulta de la acción?".

Proceso causativo no actitudinal no activo no resultativo: Marca semántica del sustantivo núcleo del esquema que responde a "¿Qué efecto se produce?", pero no a las preguntas *"¿Qué actitud se muestra?", *"¿Qué se hace?" y *"¿Como está?".

Proceso no causativo actitudinal activo: Marca semántica del núcleo predicativo del esquema que no responde a la pregunta *"¿Qué efecto se produce?" y sí a "¿Qué actitud muestra X?" y "¿Qué hace X?".

Proceso no causativo actitudinal no activo: Marca semántica del núcleo predicativo del esquema que no responde a las preguntas *"¿Qué efecto se produce?" y *"¿Qué se hace?", y sí responde a la pregunta "¿Qué actitud muestra X (1ª variable) respecto a Y (2ª variable)?". 

Proceso no causativo no actitudinal agentivo: Marca semántica del núcleo predicativo de la diátesis pasiva que no responde a las preguntas *"¿Qué efecto se produce?" y *"¿Qué actitud se muestra?", y sí a "¿Qué hace Y?" o "¿Qué hace Z?".

Producción de un efecto: Marca semántica del núcleo predicativo del esquema que sí responde a "¿Qué efecto produce X (1ª variable) en Y (2ª variable)?" pero no a *"¿Qué se hace?".

Productor de un efecto: Marca semántica de la variable lingüística algo (X (1ª variable), Y (2ª variable) o Z (3ª variable)) de la que se puede formular la pregunta "¿Qué efecto produce X?", "¿Qué efecto produce Y?" o "¿Qué efecto produce Z?".

Suceso no comunicativo (que algo suceda): Marca semántica de la variable lingüística algo (or.) que es un esquema sintáctico-semántico oracional encastrado subyacente a una expresión que implica una subestructura performativa del suceder que no ha supuesto un comportamiento verbal (comunicativo) y se enuncia con el verbo del suceso final performado en modo subjuntivo.

Suceso no comunicativo (que algo sucede): Marca semántica de la variable lingüística algo (or.) que es un esquema sintáctico-semántico oracional encastrado subyacente a una expresión que implica una subestructura performativa del suceder que no ha supuesto un comportamiento verbal (comunicativo) y se enuncia con el verbo del suceso final performado en modo indicativo.

Referencias

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Notas

0 Texto incluido en Díaz Hormigo, Mª T. (1998). Sintaxis y semántica de la construcción con sustantivo en posición nuclear, LynX, Annexa 11, Valencia, Universidad de Valencia.


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ISSN: 1139-8736