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Universitat Aut騨oma de Barcelona

Reuni贸 : Generalitats

La Reuni贸n habr铆a sido descubierta por los 谩rabes. A principios del siglo XVI ya figura en los mapas confeccionados por los navegantes portugueses. Ingleses, holandeses y franceses hacen escala en esta isla deshabitada hasta que en 1638 los franceses toman posesi贸n de las islas Mascare帽as (nombre que reciben por el navegante portugu茅s Pedro de Mascarenhas). En el siglo XVII, la Compa帽铆a de las Indias comienza la explotaci贸n econ贸mica de la isla y los primeros esclavos son tra铆dos de 脕frica y de Madagascar para cultivar caf茅. En 1735, Bertrand-Fran莽ois Mah茅 de La Bourdonnais se convierte en el primer gobernador general de las Mascare帽as (脦le Bourbon, la actual Reuni贸n, e 脦le de France, Mauricio). La creciente prosperidad econ贸mica de las islas decide a la corona francesa a comprarlas en 1764. A partir de este momento, el comercio de especias proporciona importantes ganancias. En 1793, los colonos rechazan la supresi贸n de la esclavitud que hab铆a aprobado la Asamblea Nacional y Napole贸n intensifica el control de la isla que le ser谩 arrebatada durante un tiempo por los brit谩nicos. La introducci贸n del cultivo de ca帽a de az煤car requiere m谩s mano de obra y la poblaci贸n de la isla se incrementa a lo largo del siglo XIX. La proclamaci贸n de la Rep煤blica en 1848 trae consigo el cambio de nombre de la colonia, que se conocer谩 desde entonces como La Reuni贸n. La abolici贸n de la esclavitud en la isla el mismo a帽o conlleva la introducci贸n de numerosos trabajadores contratados de origen indio, malgache o africano que trabajan en condiciones deplorables.

La ley de 1946 que ratific贸 el paso de colonia a departamento fue fundamentalmente el resultado de las reivindicaciones en pro de la igualdad llevadas a cabo por parte del proletariado agr铆cola e industrial. Sin embargo, la IV Rep煤blica no trajo consigo los cambios esperados. La aplicaci贸n de las reformas votadas por la Asamblea en 1946 no se hizo efectiva y en la isla se intensific贸 un sentimiento de decepci贸n al ver c贸mo se esfumaban las esperanzas depositadas en el cambio pol铆tico. A finales de los a帽os cuarenta, la mayor铆a de la poblaci贸n vive en la miseria, y la tasa de mortalidad infantil es muy elevada a causa de las insuficiencias del sistema sanitario. Con la descolonizaci贸n, Francia ve modificada su posici贸n internacional mientras que el Partido Comunista de Reuni贸n inicia una larga protesta contra la situaci贸n. El viaje de De Gaulle en 1959 y la elecci贸n de Michel Debr茅 en la primera circunscripci贸n de Saint-Denis en 1963 aceleran el proceso. El despegue econ贸mico, las mejoras en infraestructuras (carreteras, puertos, escuelas), la llegada de la televisi贸n (1964) y la creaci贸n de la universidad (1970) reducen el retraso acumulado en materia de desarrollo y de mejora de las condiciones de vida. A partir de 1963, se abre un debate entre los partidarios de la departamentalizaci贸n (Debr茅) y los autonomistas (Paul Verg猫s). En 1968, Jean-Claude Leloutre presenta en La R茅union. D茅partement fran莽ais un balance negativo de la situaci贸n econ贸mica, social y cultural de la isla despu茅s de dos d茅cadas de departamentalizaci贸n. Las enormes desigualdades econ贸micas y sociales y la corrupci贸n manten铆an en la miseria a la mayor铆a de la poblaci贸n, lo que lleva a la indignaci贸n a un grupo de intelectuales pr贸ximos al partido comunista que publican en 1969 R茅union 1969, une colonie fran莽aise. Aunque la aceleraci贸n de la historia de la isla en las cuatro 煤ltimas d茅cadas es innegable (el departamento se convierte en regi贸n europea ultra-perif茅rica en 1992), la condici贸n de DOM (Departamento de ultramar) contin煤a planteando importantes problemas. La Reuni贸n sigue siendo considerada por muchos como una "postcolonia" francesa cuya fragilidad y dependencia econ贸mica respecto de la metr贸polis se traduce en elevadas tasas de desocupaci贸n, sin mencionar las diferencias entre el norte y el sur de la isla (que llevan a algunos a proponer una bi-departamentalizaci贸n). Desde el punto de vista cultural, La Reuni贸n constituye un espacio infravalorado respecto del Hex谩gono. A la vez interior al Estado-naci贸n (en el plano administrativo y jur铆dico) y exterior al mismo (por su historia, poblaci贸n y ubicaci贸n geogr谩fica), La Reuni贸n sigue situ谩ndose en alg煤n lugar impreciso de un mapa geogr谩fico e imaginario, muy lejos del 鈥渃entro鈥 del que sin embargo forma parte. Estos elementos, junto con la memoria de la esclavitud y de la colonizaci贸n y la diversidad 茅tnica de sus habitantes son objeto de una perlaboraci贸n (Freud) constante por parte de los escritores.

El uso del franc茅s, lengua nacional, no puede entenderse si no es en relaci贸n con el criollo y la situaci贸n de diglosia que se deriva y que tiende a afirmarse cada vez m谩s como biling眉ismo. Sin embargo, la historia literaria ha desatendido el componente criollo de la literatura de la isla y la literatura en franc茅s dista de haber participado desde el principio en el proceso de criollizaci贸n de una cultura carente de modelos discursivos reconocidos a los que poder referirse. A la vez francesa (nosotros) y franc贸fona (los otros), la literatura es percibida de modo dicot贸mico (ya sea como asimilada o como resistente), aunque, para que la dicotom铆a sea posible, es necesaria la comparaci贸n respecto de Francia. En efecto, es importante aclarar que la oposici贸n, ya sea desde la asimilaci贸n o desde la diferenciaci贸n, constituye, parad贸jicamente, el mejor modo de garantizar la continuidad del franco-centrismo. La literatura sigue planteando de modo problem谩tico la filiaci贸n y recreando un retorno a los or铆genes (India, 脕frica, China) que resulta sintom谩tico de la dificultad que supone convertir al espacio insular en fundador de una identidad. Cuestiones recurrentes como las representaciones fantasm谩ticas de los ancestros o la imposibilidad de concebir la historia desde la continuidad temporal, traducen esta 鈥渆xtra帽eza familiar鈥. Por otra parte, la situaci贸n de diglosia hace frecuente en la creaci贸n literaria el uso, alternativa o simult谩neamente, del franc茅s y del criollo y de sus interlectos: mientras unos autores privilegian la sintaxis y el l茅xico cercanos al franc茅s, otros optan por establecer la mayor distancia posible entre ambos sistemas ling眉铆sticos.