| Resumen: |
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) es un tratado creado en Washington el 3 de marzo de 1973 ante el creciente problema del cruce de fronteras de especies animales y vegetales de Fauna y Flora Silvestres. Tras muchos años de combate individual, los países llegaron a la conclusión de que era necesaria una cooperación mundial para salvaguardar las especies animales (especialmente las más amenazadas) de la extinción por el comercio. Esta cooperación se ve reflejada en el tratado, cuyas partes se estudiaran más adelante. El principal objetivo de la CITES es evitar que una especie se convierta en objeto de explotación a causa del comercio internacional. En 2013 ya había 169 partes adheridas al convenio, y aun aquellas que no están adheridas, deben seguir las mismas estipulaciones si pretenden comerciar con las partes ya adheridas. El Convenio establece la necesidad de obtener permisos de exportación en el país de origen y de importación en el de destino previos al intercambio de los ejemplares. También contempla la emisión de certificaciones para las excepciones previstas en el Convenio. Además, el Convenio permite la posibilidad de aplicar legislaciones nacionales más estrictas, como es el caso aplicado por la Unión Europea. El objetivo final del Convenio CITES es contribuir a garantizar que el comercio internacional de animales y plantas silvestres sea legal, sostenible y trazable. El sistema de permisos y certificados establecido permite que toda mercancía CITES se encuentre perfectamente documentada y se conozca su origen, destino y motivo por el que se comercializa. |
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