| Resumen: |
El diagnóstico de la parvovirosis porcina sólo puede realizarse de una manera fiable con la ayuda del laboratorio, dadas sus escasas manifestaciones clínicas que incluso pueden ser análogas a las causadas por otras infecciones, como por ejemplo el síndrome porcino respiratorio y reproductor (PRRS). Existen numerosos procedimientos, tanto para la detección de virus como de anticuerpos. Para detectar virus se ha utilizado clásicamente la hemaglutinación (HA), un procedimiento sencillo y rápido pero con problemas a la hora de reproducir los resultados. Para obviar estos problemas y otros que presenta la inmunofluorescencia (IF) (cultivo de tejidos, equipo, subjetividad, etc. ) se han desarrollado inmunoensayos específicos (ELISA) basados en la utilización de anticuerpos monoclonales (AM) que permiten el ensayo de un elevado número de muestras con altos índices en cuanto a la sensibilidad, especificidad y reproducibilidad de los resultados. De modo análogo la determinación de anticuerpos ha evolucionado desde la inhibición de la hemaglutinación hasta inmunoensayos enzimáticos fiables y sensibles. Aunque la determinación de anticuerpos no es criterio diagnóstico de la enfermedad debido a las vacunaciones, es de sumo interés la determinación de los niveles séricos de inmunoglobulinas anti-PPV, para evaluar el estado inmunitario de la cabaña y tomar decisiones sobre manejo, incluyendo: revacunaciones, separación/aislamiento, etc. |
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