Abstract: |
El Plan Europeo de Recuperación Next Generation EU acordado por los Jefes de Estado y de Gobierno en su Cumbre extraordinaria del 17-21 de julio establece un complejo sistema de gobernanza para pautar la implementación de un paquete financiero excepcional (750 000 millones EUR) y,en particular de su programa más importante -el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia dotado con la extraordinaria suma de 672 500 millones de euros. El dispositivo previsto establece un proceso en tres fases para la concesión de los fondos a los Estados miembros solicitantes: 1) la aprobación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia; 2) la aprobación del cumplimiento de los objetivos fijados en los planes nacionales y 3) la aprobación de los pagos. En cada una de estas etapas, los Estados miembros solicitantes dependen de una doble evaluación positiva, supranacional (Comisión Europea) e intergubernamental (socios europeos) que opera, ésta última, de manera multiforme. En su calidad de autoridad encargada de la ejecución de los fondos europeos (art. 317 del TFUE), la Comisión es la institución que evalúa los planes nacionales de recuperación y resiliencia y autoriza los pagos asociados. Sin embargo, su acción se ve contra-verificada por una triple red de control intergubernamental: el Consejo en la primera fase, el Comité Económico y Financiero, en la segunda y los comités de comitología, en la tercera. En casos excepcionales de desacuerdo en la segunda fase, la intervención del propio Consejo Europeo también está prevista. Este diseño refleja una voluntad de control político y administrativo sobre el cumplimiento de los objetivos y la política de gasto del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, dirigido tanto a los Estados miembros receptores como a la propia Comisión Europea. Queda por ver, sin embargo, el alcance real de este escrutinio reforzado y las probabilidades de bloqueo intergubernamental en la práctica. La historia de la toma de decisión europea refleja, en efecto, una clara preferencia por solucionesde compromiso. Más que para frenar, los mecanismos de control sirven para disuadir y obligar a forjar, si no consensos, al menos mayorías. |