| Resum: |
De forma paralela al desarrollo de la reforma de la atención primaria (RAP), el modelo sanitario público catalán se orientó en el inicio de la década de los noventa hacia una determinada distribución de funciones entre las diferentes instancias que integraban el sistema sanitario. Su elemento más característico consistió en la separación entre la financiación, la planificación y la compra de servicios, por una parte, y su provisión por otra; las primeras quedaban a cargo de la administración sanitaria, mientras que la segunda, se encomendaba a entidades proveedoras de servicios de naturaleza jurídica diversa, básicamente pública pero también privada. Ello dio lugar al inicio del proceso de diversificación de la provisión de los servicios de atención primaria y a la introducción de nuevas fórmulas de gestión de los mismos. Con la finalización de la RAP en 2003, el grado de diversificación en la provisión de los servicios se ha estabilizado en Cataluña en torno a un 90% de equipos de atención primaria (EAP) gestionado por entidades de carácter público y un 10% gestionado por entidades con algún tipo de participación privada en su capital. El contrato de servicios de atención primaria surgió en aquel contexto a partir de la necesidad de disponer de un instrumento que articulase la relación entre el Servei Català de la Salut (CatSalut) como comprador de los servicios sanitarios y las diferentes entidades que los proveían. Desde el punto de vista de la planificación sanitaria, hay que entender básicamente el contrato como un instrumento orientado a facilitar la ejecución de las políticas sanitarias, mediante la operativización a través suyo de los objetivos formulados en los procesos de planificación de carácter directivo, y a hacer explícita y reconocer la cartera de servicios acordada con el ciudadano, garantizando su cumplimiento. En el contrato, se formaliza el compromiso, por parte de las entidades proveedoras, de presentar una oferta asistencial y prestar unos servicios a la población acordes con los criterios especificados por la administración pública y, por parte del CatSalut, de garantizar el cumplimiento de los acuerdos contractuales mediante su evaluación y de abonar a estas entidades la contraprestación económica acordada en cada caso. La evaluación de los contratos de atención primaria ha sido y es todavía una pieza fundamental de la planificación sanitaria en el ámbito de la compra de servicios en Cataluña y un elemento básico para reorientar y priorizar anualmente la formulación de objetivos asistenciales (contractuales) para cada EAP. Permite igualmente proceder a la liquidación de la parte variable del pago, fijada en el contrato como una forma de priorización de objetivos, a las entidades proveedoras con las que el contrato comporta un flujo económico. Junto a estos aspectos, hay que valorar también positivamente los avances más específicos de la oferta assistencial que se han ido consiguiendo y el hecho de que l a evaluación de los contratos ha facilitado la disponibilidad de información relativa a los contenidos y a los resultados del proceso asistencial. Durante todos estos años, el CatSalut ha llevado a cabo la evaluación de los contratos de servicios de atención primaria desde dos niveles básicos: en un primer nivel, la evaluación es individualizada, focalizándose en las cláusulas y objetivos contractuales de cada uno de los contratos de EAP, y está a cargo de las regiones sanitarias; en un segundo nivel, más general y propio de los servicios centrales del CatSalut, la finalidad era inicialmente de seguimiento de las evaluaciones que se realizaban en el territorio, con el fin de llevar acabo valoraciones globales y orientar las líneas generales de la compra de servicios; los últimos años, las actuaciones en este segundo nivel han adoptado un carácter más propiamente evaluativo al ir dirigidas a valorar el grado de consecución de un determinado número de objetivos contractuales formulados previamente para todos los EAP y definidos desde los servicios centrales o conjuntamente con las regiones sanitarias. Las dificultades que, a lo largo de todos estos años, ha experimentado el desarrollo de la evaluación de los contratos de atención primaria están relacionadas principalmente con el propio desarrollo del modelo de contratación de servicios (elementos de virtualidad que aún hoy lo caracterizan en determinados aspectos) y con el proceso de información vinculado a la evaluación. Para que la evaluación de los contratos de atención primaria desarrolle de manera óptima todas sus potencialidades, junto a la permanente necesidad de clarificar sus objetivos y otorgar consecuentemente competencias, responsabilidades y recursos a los niveles que corresponda, se hace necesario avanzar de manera decidida en algunos ámbitos relacionados, por una parte, con una mayor coherencia del modelo de contratación de servicios (formalización de la relación contractual con el Institut Català de la Salut bajo fórmulas administrativas acordes con su naturaleza jurídica e institucional, incremento progresivo del importe económico que supone la parte variable del pago) y, por otra parte, con un mayor desarrollo de los sistemas de información de la atención primaria (informatización de la historia clínica, Conjunto mínimo básico de datos de atención primaria [CMBD-AP], control de calidad y validación de los datos que se utilizan en el proceso de evaluación). |
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