Resum: |
La contribución de los organeros vascos a la definitiva configuración del formato del llamado órgano ibérico es fundamental en el último tercio del siglo XVII. La documentación prueba que, a causa de su actividad constructora en esas fechas, los Órganos de Castilla empiezan a adoptar la disposición de algunos tubos de lengua en batalla, y la de otros en arcas de ecos. La tendencia en estos organeros vascos y en todos los que desde ese momento siguieron sus directrices estéticas parece ser la de disminuir los tubos colocados sobre su viento para aumentar, proporciomalmente, los tubos apostados. El tema ha sido tratado con encomiable rigor por D. Louis Jambou, que ha examinado exhaustivamente la documentación correspondiente a los instrumentos construidos en Castilla. Sin embargo, en el País Vasco no se ha realizado la investigación correspondiente que nos permitiera averiguar la causa de tan sorprendente emigración. Los organeros vascos no sólo salen del país, sino que llevan consigo dos de las tres características que el mismo Sr. Jambou considera como las distintivas y específicas del Órgano cribérico). |