Resum: |
La estructura que propongo en este trabajo de investigación parte de la dificultad de separar varias nociones fundamentales que se explican mutuamente. El primer capítulo de este trabajo pretende ser una exposición del problema del final desde una perspectiva filosófica, histórica y artística. En él asocio, pues, distintas categorías como son tragedia y apocalipsis, género dramático y trágico, linealidad y fragmentación, temporalidad y a-temporalidad. En mi opinión, el cambio en la concepción temporal que supusieron las teorías de la relatividad y del caos a principios del siglo XX y el escepticismo cada vez más generalizado ante la cosmovisión judeocristiana es inseparable de las tensiones entre los géneros dramático y trágico y su superación emprendida en la llamada crisis del drama moderno. Cada género encierra una determinada concepción del mundo y de su temporalidad. Así pues, en el primer capítulo relaciono varias teorías de la filosofía de la Postmodernidad que abordan los temas del tiempo, del individuo y de la sociedad, con determinadas formas artísticas que reflejan tales temas. He intentado, por tanto, esclarecer el asunto del final en los espectáculos fragmentarios contemporáneos mediante la vinculación de la temporalidad, del individuo y de la sociedad que plantean los filósofos postmodernos, con los recursos temporales, la identidad y la crítica a la sociedad que se expresan en los espectáculos del teatro contemporáneo occidental. La principal intención, por tanto, del primer capítulo de este trabajo de investigación es la de contextualizar el final de los espectáculos contemporáneos fragmentarios mediante un estudio interdisciplinar. La razón por la cual emprendo este trabajo con un capítulo así responde a mi convicción de que es indispensable una toma de conciencia del problema del final en la contemporaneidad, antes de focalizar el estudio exclusivamente en el arte. En la elaboración de este primer capítulo me he visto en la necesidad de elegir y descartar constantemente a filósofos y a científicos cuyas teorías son igualmente útiles para contextualizar e indagar en el sentido de objeto de investigación de este trabajo. Sé que esta necesidad es obvia y ocurre inevitablemente en cualquier trabajo, a cada paso, a cada nueva idea. De todos modos si insisto en este aspecto es porque me parece crucial, antes de embarcarse en la lectura de este trabajo, tener claro que se trata de un estudio alrededor de un concepto y éste es el aspecto que sí debe quedar perfectamente investigado. Ésta no es una tesis doctoral sobre filosofía o ciencia o historia del teatro, pretender una empresa así sería, en mi caso, pretender algo muy distinto. Soy consciente, por tanto, de los riesgos que entraña un estudio multiperspectivista. Muchas teorías colindantes que son útiles para profundizar en el estudio del tema principal quedan lamentablemente irresueltas e incluso su mera presentación puede conferir un aspecto superficial a la teoría central sobre el final en la poética de la fragmentación del teatro contemporáneo. He querido, pese a todo, correr este riesgo con la seguridad de que un enfoque interdiciplinar es el mejor método para investigar cualquier tema concreto. En el segundo capítulo de este trabajo de investigación, por el contrario, centro mi estudio en la definición y la terminología de ese final propio de las obras enmarcadas en la poética de la fragmentación. Se trata de un capítulo fundamentalmente teórico y conceptual, a diferencia del primero. Uno de los problemas fundamentales que entraña el estudio del final de los textos fragmentarios es el de su nombre. La escasa bibliografía que he hallado sobre el particular no propone un nombre general para este final concreto, sino que se apoya en sus manifestaciones sobre el papel o sobre la escena. Así pues, siendo el principal objeto de estudio de este trabajo de investigación, me he visto en la necesidad de nombrarlo de algún modo. Tras varias cavilaciones que explico en el segundo capítulo de este trabajo, el término que de momento me parece más adecuado para este final novedoso que pretende sabotear veinticinco siglos de tradición teatral es el de final ateleológico. Los argumentos que explican tal elección están expuestos en el segundo capítulo y, paralelamente a ellos, la concreción de su sentido mediante las distintas composiciones fragmentarias empleadas en la escena contemporánea. Propuestas como la parataxis y el rizoma abren líneas en la investigación que son útiles para definir las composiciones contemporáneas. Asimismo los recursos de repetición y alternancia, simultaneidad y plétora, son imprescindibles para comprender los recursos que los directores contemporáneos llevan a cabo en la escena. En el tercer y cuarto capítulo de este trabajo de investigación propongo un método de análisis performativo de espectáculos contemporáneos. Este tipo de análisis no es el más usual en nuestro país, cuya teoría de teatro sigue centrándose, en su mayoría, en el análisis de textos. Mi análisis tiene en cuenta únicamente espectáculos, porque este trabajo de investigación entiende el teatro exclusivamente como arte escénico. No ha sido fácil conseguir vídeos de los espectáculos contemporáneos que pueden verse hoy en día en los teatros. Y para llevar a cabo un análisis riguroso es necesario observar un mismo espectáculo hasta la saciedad. También es cierto que la filmación de un espectáculo no es el espectáculo verdaderamente, así que he intentado, en la medida en que me ha sido posible, conseguir vídeos cuyos espectáculos he presenciado en el teatro. |